pamplona - Ocho años después del estallido de la crisis, la banca tiene todavía a la venta en Navarra al menos 751 viviendas. Un stock de vivienda, correspondiente a promociones sin vender y a desahucios de particulares, que se reparte por todo el territorio pero con una incidencia muy desigual, en función del número de habitantes y del impacto de la propia crisis. La comarca de Pamplona y el área de Tudela y las localidades próximas concentran aproximadamente la mitad del total de pisos y viviendas que mantienen los distintos portales inmobiliarios de la banca.
El número resulta todavía significativo. Pero supone únicamente una pequeña proporción de los cerca de 85.000 millones de euros que, en suelo y vivienda, acumula el sector financiero en España en sus balances. De hecho, el Banco de España está presionando a las entidades financieras para que, en un plazo de tres años, reduzcan considerablemente un lastre excesivo, acumulado entre 2008 y 2013 y que no ha disminuido al ritmo previsto. Pese a que en los últimos tres años la banca ha acelerado la venta de suelo y vivienda, las entradas siguen siendo superiores a las salidas. Solo el año pasado en Navarra se contaron 338 ejecuciones hipotecarias, apenas 25 menos que el año anterior. Todo ello, unido a que los grandes fondos, que actúan sobre todo en grandes núcleos urbanos, también han moderado su actividad a nivel nacional, significa que el ladrillo y el suelo siguen pesando demasiado en la banca española.
Y también los balances navarros de las entidades, al menos si se examinan los portales inmobiliarios de los bancos más importantes con presencia en la Comunidad Foral. Servihabitat, que recoge los inmuebles de CaixaBank (la Caixa y Caja Navarra) acumula cerca del 50% de las viviendas puestas a la venta (320) a lo que cabe añadir otras siete en alquiler. Tras ella se sitúa la Caja Rural, Banco Popular, BBVA y Santander, un orden lógico en función de la implantación de estas entidades en Navarra.
Los inmuebles se encuentran localizados en 131 municipios de Navarra y los hay de todos los precios y tipologías. Desde modestas viviendas en pequeñas localidades de la Zona Media y el sur de Navarra que se venden por apenas 6.000 euros, hasta chalets en las cercanías de Pamplona que se acercan a los 900.000 euros. En las webs también figuran algunas promociones completas, así como otro tipo de inmuebles, desde naves y locales comerciales hasta hoteles enteros, como el Peregrino de Puente la Reina, propiedad de Bankinter.
La realidad, sin embargo, es que la banca deja para sus portales inmobiliarios aquello que no ha conseguido colocar entre sus mejores clientes. Aquellos que, con disponibilidad de efectivo, han optado por comprar viviendas en un momento de bajos precios y tipos de interés a cero. La inversión en determinadas ubicaciones -cerca del centro de Pamplona o en barrios con alta demanda de alquiler- permite obtener rentabilidades interesantes es un momento en que apenas se remuneran ya los depósitos o los fondos de inversión requieren de asumir un cierto riesgo.
En la ribera Con menos peso en el conjunto de la economía que media y con un mercado de segunda vivienda casi inexistente, la construcción también dejó en Navarra un reguero de hipotecas sin pagar. Y lo hizo con especial incidencia en el sur de Navarra, donde el sector se vino abajo con estrépito, acabando con decenas de pequeñas empresas y elevando la tasa de desempleo.
Incluso ahora esto se deja ver en el número de viviendas que se mantienen en manos de la banca. Porque, además de que fueron muchas las hipotecas impagadas durante la crisis, la leve reactivación del mercado inmobiliario apenas se deja sentir en este territorio. El mercado de segunda mano es mucho más vivo en Pamplona que en el resto de Navarra, por lo que los pisos embargados tienen una salida más difícil. Todo ello se traduce en que, con una población muy inferior, Tudela y otras diez localidades de la zona (Cadreita, Cascante, Castejón, Cintruénigo, Corella, Fitero, Murchante, Ablitas, Arguedas y Barillas) suman casi tantas viviendas (182) como las que aparecen en Pamplona y comarca (188).
En algunas localidades el volumen resulta sencillamente exagerado respecto a su población. Es el caso de Castejón (28 viviendas para 4.120 personas) o Corella (39 para apenas 7,800 censados). En esta última localidad y Tudela (apenas 43.000 habitantes entre las dos) suman en estos momentos las misma viviendas en manos de la banca que entre Pamplona, Burlada y Barañáin, que suman unos 235.000 habitantes.
Los requerimientos del Banco de España deberían contribuir a que mengüe un stock de activos adjudicados (suelo y vivienda) que sigue preocupando a los supervisores bancarios. Y se debería traducir en un mayor volumen de ventas por parte de la banca, abaratando unos precios que en algunos casos ya han sido rebajados. Banco Popular, uno de los que más problemas de ladrillo tiene, ya ha anunciado que pretende vende este año unos 15.000 millones de euros en activos adjudicado, una decisión que podría arrastrar a otras entidades. Los expertos recuerdan sin embargo que, a estas alturas, las gangas han desaparecido ya de la mayor parte de los portales inmobiliarios, si bien en comunidades costeras la oferta sigue siendo amplia. El acceso a financiación barata y por el 100% del precio sigue siendo la principal ventaja de adquirirle el piso a un banco.