pamplona - La Cámara de Comptos reconoce en su último informe las dificultades financieras de Davalor, así como su alto grado de incertidumbre de un proyecto empresarial en el que ha invertido Sodena ya unos dos millones de euros. Todo ello ha sido analizado por el órgano fiscalizador de Navarra, que admite que encaja en la estrategia de desarrollo de Navarra y en la línea de actuación de Sodena, que está realizando además “un riguroso seguimiento” del proyecto.

El análisis de Comptos recuerda sin embargo que el procedimiento adoptado por el Gobierno de Navarra a instancias de Manu Ayerdi, vicepresidente y consejero de Desarrollo Económico. En su informe, Comptos recuerda que, en septiembre de 2015 y “a propuesta” del consejero de Desarrollo Económico y Hacienda, el Gobierno instó a Sodena la concesión de un préstamo participativo de un millón de euros, una decisión avalada por un informe jurídico y otro económico del propio departamento de Desarrollo Económico. Aquel préstamo estaba supeditado a que Davalor, dedicada a la fabricación y venta de máquinas de análisis visual, mantuviese su centro de dirección y el empleo directo e indirecto en Navarra.

La excepcionalidad de la decisión de Ayerdi, ejecutada apenas unas semanas después de su toma de posesión, responde a las extraordinarias dificultades financieras por las que atravesaba Davalor, en la que Sodena había rechazado invertir hasta ese momento. La sociedad pública entendía que el plan de negocio presentado por Davalor hasta ese momento distaba mucho de ser realista y, en junio de 2015, le había requerido asimismo que cerrase una inversión adicional de unos 11 millones de euros procedentes de “inversores profesionales”.

Hasta ese momento, de hecho, Davalor se había financiado mediante pequeñas aportaciones procedentes de inversores particulares, a quienes había prometido una rentabilidad a medio de hasta 17 veces lo invertido. Sodena sí valoraba el proyecto disruptivo e innovador de Davalor -reuniones con representantes del 23% del sector español de ópticas habían servido para confirmar su atractivo- pero dudaba de su estructura financiera y de la gestión llevada a cabo hasta ese momento. Sodena venía analizando la situación de Davalor, creada en 2011, desde el año 2012.

Aquella inversión de un millón de euros, tomada con cierta urgencia por las necesidades financieras de Davalor, no fue la última. El proyecto impulsado por el ingeniero Juan José Marcos volvió a requerir la ayuda del Gobierno de Navarra en 2016. Y, dentro de un acuerdo de financiación para facilitar la viabilidad de la empresa, Sodena concedió dos préstamos de 400.000 y 600.000 euros. Se trata de préstamos procedente de la línea del Banco Europeo de Inversiones y son convertibles en participaciones de capital. El primer préstamo está garantizado por los derechos sobre las patentes tecnológicas y los otros dos, con las participaciones del promotor principal de la empresa.

Dentro de este plan de viabilidad, Davalor debe informar cada dos semanas a Sodena de la evolución de su negocio, así como de los avances en la instalación de máquinas en las ópticas, una tarea en la que la firma ha seguido acumulando retrasos respecto a todos los planes previstos. En estos momentos, Davalor tiene instalada en Tudela una única máquina y espera ubicar la segunda a comienzos de junio en una óptica madrileña de la cadena VisionLab

El informe de la Cámara de Comptos destaca que las actuaciones de Sodena, como instrumento de capital riesgo del Gobierno de Navarra, “son siempre una apuesta con cierto grado de incertidumbre”. “El proyecto de Davalor pertenece a un sector estratégico para Navarra y su producto es novedoso, de alta tecnología y único en el mercado. Comptos destacaba también la alta calidad del empleo que creaba pero no obviaba su difícil situación financiera: adeuda 62.000 euros en intereses de los préstamos y debe dinero a la Seguridad Social y a Hacienda.