Casi un 40% de los puestos directivos en CaixaBank, entendiendo por ellos los de dirección y subdirección de oficinas, se encuentran ocupados por mujeres. Un dato elevado, que en Navarra se eleva hasta el 43%, y que ilustra, explicó Anna Quirós, directora corporativa de Relaciones Laborales, Cultura y Diversidad, el compromiso de la empresa con el talento femenino. “Porque cuanto más se avanza en posiciones directivas mayor es la pérdida de talento”, reconoció la directiva, durante un acto en Pamplona en el que el banco presentaba su programa Wengage, que tiene como objetivo precisamente impulsar la igualdad de género y reforzar el rol de las mujeres en la empresa y la sociedad.

Según explicó Quirós, entre las acciones internas incluidas dentro de Wengage destacan los planes de mentoring femenino, mediante los cuales directivas de la entidad asesoran a otras profesionales en el desarrollo de su carrera profesional. Asimismo, Wengage impulsa, en colaboración con el IESE, un programa específico sobre Mujeres y liderazgo. Wengage también apuesta por las medidas que fomentan la conciliación y que permiten a hombres y mujeres compatibilizar su desarrollo profesional con la vida familiar. Ha aprobado medidas de flexibilidad horaria y de trabajo en remoto, que actualmente ya funcionan en formato piloto, y va a poner en marcha un pack de maternidad y paternidad para facilitar los trámites e informar de las ventajas que ofrece CaixaBank a sus empleados (ampliación del permiso de maternidad, ayudas a guardería, gastos escolares o médicos, entre otros).

Nosotras mismas necesitamos quitarnos miedos y sentimientos de culpa”, explicaba Ana Díez Fontana, directora territorial de CaixaBank en Navarra, ante cerca de 200 directivos de la entidad. Díez Fontana fue la encargada de moderar una charla en la que participó Ascen Cruchaga, fundadora de Orbital Aerospace, quien quiso romper una lanza en pos de la responsabilidad individual. “Yo no he encontrado barreras por ser mujer. Muchas veces somos nosotras mismas las que nos las ponemos”, explicó Ascen Cruchaga, que recordaba una búsqueda de empleo reciente hecha en su empresa. Cuando solicitaron ingenieros, apenas llegaron curriculos femeninos. Repitieron la oferta reclamando específicamente una ingeniera, y el número de peticiones de empleo de mujeres se duplicó. “En realidad -se preguntaba- a lo mejor no tantas mujeres quieren ser directivas”.

“La realidad actual no es la de hace unos años”, explicó Mari Carmen Peña, directora financiera de Viscofan, quien destaca la evolución vivida incluso en empresas industriales como la suya. “Yo me he encontrado con mujeres que han rechazado puestos de responsabilidad”. Peña, quien recordó que ha tardado 25 años en alcanzar su puesto, recordaba algunas de las características del liderazgo femenino. “No quiero generalizar, pero creo que somos algo más prácticas. Queremos llegar a tantas cosas y hacerlo bien todo que nos tenemos que organizar mejor”, señaló. Mar Cuadrado, investigadora y profesora de la Universidad de Navarra, recordaba la importancia de ponerse metas ambiciosas, pero, al mismo tiempo, “ir paso a paso”.