madrid - El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, pidió ayer perdón por la “deficiente gestión” de la sentencia que atribuye a la banca el pago del impuesto de actos jurídicos documentados de las hipotecas, conocida el pasado jueves. Al comienzo de una jornada de puertas abiertas en la institución que preside, Lesmes pidió disculpas “a los ciudadanos que se hayan podido sentir perjudicados”, pero demandó confianza y recordó que el Tribunal Supremo no se merece esa desconfianza. Lesmes, aseguró que no recibió, como han publicado algunos medios, ninguna llamada de entidad financiera alguna alertando del riesgo para la banca que provocaba la sentencia conocida el pasado jueves, que atribuye a la banca el pago del impuesto de las hipotecas.

A lo largo de la jornada del jueves, cuando se hizo pública la sentencia que atribuye a las entidades financieras, y no al cliente, el pago del impuesto de actos jurídicos documentados, Lesmes mantuvo varias conversaciones con el presidente de la sala tercera, Luis Díez-Picazo, que es la que emitió el fallo. Luis Díez-Picazo, según su versión, le explicó que había tenido conocimiento de la sentencia por la prensa, que comenzó a difundir “cuestiones inciertas, como si eran las comunidades autónomas las que tenian que hacerse cargo del impuesto, o los bancos directamente”.

nota aclaratoria y no pleno Para paliar esa incertidumbre Lesmes sugirió a Luis Díez-Picazo, al que és mismo impulsó ala presidencia de la sala, que se redactase una nota aclaratoria, porque “no genera desconfianza sino que despeja incertidumbres, quizás no todas pero sí algunas”, pero el presidente de la sala optó por convocar una reunión del pleno para el próximo 5 de noviembre y resolver así los asuntos pendientes.

Aunque en su opinión una nota aclaratoria hubiera despejado más incertidumbres que una reunión del pleno, que por otra parte es una práctica normal, Lesmes aseguró que en ningún momento solicitó la dimisión de Luis Díez-Picazo, del que ha dicho que es un buen magistrado que ha realizado “una labor encomiable”.

El presidente del Supremo dio a entender, no obstante, que, en su opinión, el pleno debía haberse reunido antes de la sentencia descargando así la responsabilidad de la crisis sobre el presidente de la Sala ante el temor a que estén en juego ambos cargos.

Por su parte, la Sala Segunda del Supremo se declaró ayer incompetente para estudiar la querella que presentó Podemos por prevaricación judicial contra Luis Díez-Picazo, ya que la competente sería la Sala Especial de este tribunal. Podemos subsanará el error y presentará su querella contra en la sala correcta. Gloria Elizo, diputada de Podemos por Toledo y secretaria de Acción Institucional, reprochó al al alto tribunal alegando que “ojalá esta velocidad para inadmitir se repita en la velocidad del propio procedimiento”.

En un comunicado emitido ayer, la asociación de consumidores Adicae se refirió a la sentencia del alto tribunal y achacó a “sectores del Tribunal Supremo” y de la política de querer discriminar a millones de hipotecados, al querer limitar la resolución de los gastos hipotecarios. - Efe/E.P.