Pamplona - Una batería de 130 propuestas, englobadas en un documento de 48 páginas y que, de aplicarse en buena medida, pondrían en serio riesgo la viabilidad de las cuentas públicas de Navarra. Esta ha sido la aportación de la Confederación de Empresarios de Navarra a la doble carrera electoral recién iniciada, un documento, que no cuenta con una memoria económica justificativa, según confirmaba la propia CEN, y que obligaría a acometer severos recortes o a incrementar el endeudamiento de forma significativa.

Hacienda no ha calculado el coste de estas medidas, pero los recortes no podrían ser, además cosméticos. La rebaja fiscal, que además llega acompañada de un incremento de las ayudas a la inversión y de un impulso a la obra pública -también sin cuantificar-, sería tan importante (al menos 300 millones) que haría además inevitable tocar partidas presupuestarias consideraras clave, como sanidad, educación o dependencia. O a recortar el sueldo de los funcionarios, que suponen cerca del 30% del presupuesto de Navarra.

El documento ha sido remitido a las fuerzas políticas e incluso fue objeto de un cierto debate en el Parlamento de Navarra, al ser preguntado el consejero de Hacienda por él. Aranburu zanjó el debate con una afirmación contundente: “En relación a su PIB, Navarra recauda por el Impuesto de Sociedades la mitad que la media del estado, por lo que todavía hay un margen de ventaja competitiva”. Navarra recauda en torno al 1,2% de su PIB, frente al 2,4% medio.

El planteamiento de la CEN, sin embargo, obvia este dato y afirma que, “en los últimos años, el escenario fiscal de Navarra ha empeorado radicalmente”. Y por ello, propone recortes fiscales masivos a los que sin embargo no pone números. Los más llamativos tienen que ver, además, con los tributos que pagan en mucha mayor medida quienes más dinero tienen: Impuesto de Patrimonio e Impuesto de Sucesiones y Donaciones, para los que plantea su eliminación. Sin ambos impuestos Navarra dejaría de recaudar unos 101 millones de euros, en torno al 2,7% de la recaudación total.

Patrimonio, muy progresivo “El Impuesto de Patrimonio es un agravio comparativo respecto a la fiscalidad del resto de comunidades”, explica la CEN, quien asegura que el tratamiento “de la empresa familiar es especialmente gravoso”. Y asegura, de nuevo sin aportar datos, que “algunos empresarios de hecho ya se están marchando por esta causa, lo que conlleva pérdida de recaudación de patrimonio, recaudación de renta y, sobre todo, aleja futuras inversiones”.

El caso es que el Impuesto de Patrimonio, objeto de ataque no solo desde las organizaciones empresariales y las fuerzas conservadoras, resulta especialmente progresivo. De hecho, apenas afecta a las clases medias, al situar el mínimo exento en 550.000 euros, y contar con unos tipos iniciales muy bajos. Pese a ello, aportó el año pasado a Navarra 42,2 millones de euros (lo que supone en relación al PIB uno de los porcentajes más elevados de entre todas las comunidades), si bien comunidades como Madrid han decidido eliminarlo al bonificarlo ya al 100%.

De hecho, este tributo ha ido desapareciendo en buena parte de los países europeos y puede castigar muy seriamente a algún contribuyente concreto. La afección a los bienes empresariales, una de las grandes quejas desde las empresas familiares, fue por ello corregida en la última reforma, al elevarse la exención desde el 80% hasta el 95%. Una mejoría que no convence a la CEN, que aboga por liquidarlo para mejorar la tributación de quienes mayor patrimonio atesoran. En 2016, último año del que existen registros públicos, los 178 declarantes con mayor patrimonio, por encima de los 10 millones de euros, tuvieron que pagar de media unos 92.000 euros. El grueso de declarantes (4.200 euros), con patrimonios de entre 600.000 y 1,5 millones, al margen de la vivienda habitual, paga en torno a 1.000 euros de media. Dicho de otro modo, la CEN plantea eliminar un impuesto que solo pagan los más ricos y que ya fue eliminado, en plena confusión de la burbuja inmobiliaria tanto por el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero como por UPN en tiempos de Miguel Sanz.

Sucesiones, exento hasta 250.000 La misma batalla ideológica se vive alrededor del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que a nivel estatal ha sido cuestionado debido al incremento en las renuncias a las herencias en algunas comunidades con tipos más elevados. No es el caso de Navarra, donde los tipos han sido históricamente bajos, si bien la CEN denuncia que en los últimos años se ha incrementado desde el 0,8% hasta el 1,6%. Lo que ha sucedido no es exactamente eso: de hecho, la última reforma fiscal sitúa el mínimo exento en bienes valorados en 250.000 euros. A partir de ahí aplica tipos crecientes en función de las cantidades. Lo explican en la asesoría Gestuempresa: “Si tu padre o madre te deja 570.000 euros, por los primeros 500.000 se pagan 5.000 € y al resto se le aplica un 4%, es decir, otros 2.800 euros. En total se pagarían 7.800 euros por este impuesto”, señala en su web. Navarra recaudó con este impuesto 58,6 millones en 2018, 15 millones más que en 2017.

Prescindir de casi 101 millones de euros de golpe supondría ya un problema relevante para una administración como la navarra, pero las propuestas de la Confederación de Empresarios de Navarra van más allá. Plantean rebajas en prácticamente todos los impuestos, desde el IRPF hasta Sociedades, excepto en el IVA, sobre el que Navarra no tiene competencias. El impacto de estas rebajas resulta imposible de cuantificar, entre otras cuestiones porque no ha sido concretado. Pero si se atiende, por ejemplo, a las medidas planteadas por UPN y PSN en los anteriores presupuestos, se observa que deflactar la tarifa supone en torno a 20 millones de euros menos y mejorar la deducción de los mínimos familiares y personales, algo en lo que coincidían ambos partidos, cuesta entre 150 y 160 millones de euros de recaudación.

Junto a ello, la CEN reclama reducir tipos en Sociedades (al menos 6 millones), rebajar el suelo fiscal, recuperar la deducción por vivienda, mejora la del alquiler o el tratamiento a los planes de pensiones. Una conjunción de propuestas cuyo coste excedería en mucho los 300 millones de euros.

32%

recaudación sobre PIB

La recaudación fiscal de Navarra en relación a su PIB es inferior en cinco o seis puntos a la media europea.

3.441

millones de deuda. La deuda pública navarra cerró 2018 con su primera reducción en la última década, si bien todavía se encuentra en 3,441 millones de euros, lo que supone el 16,8% del PIB de la Comunidad Foral.

1,2%

recaudación en sociedades

Navarra recauda en el Impuesto de Sociedades en torno al 1,2% de su PIB. lo que supone más o menos la mitad que en España. Pese a que los tipos son algo más altos que la media, las beneficios fiscales son mayores.