pamplona - El rechazo al capitalismo, personalizado en el G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), se plasmó en la pancarta que encabezaba la manifestación de los sindicatos CGT, CNT, ESK, Solidari y Steilas. A partir de las 11.45 los militantes de estas centrales se fueron acercando hasta la plaza de Recoletas para iniciar la marcha hasta la plaza Consistorial, en la que leyeron su discurso, basado en la lucha contra el sistema capitalista que provoca la precariedad de la clase obrera.

En esta ocasión Gorka Gulliver, de CNT, y Araceli Montes, de Steilas, leyeron el comunicado conjunto de estas cinco centrales. El primero, en castellano, y la segunda, en euskera. Tras una marcha, que duró aproximadamente 40 minutos, llegaron a la plaza del Ayuntamiento sobre las 12.40 horas. Desde el mismo escenario, en el que minutos después ELA pronunció su discurso, CGT, CNT, ESK, Solidari y Steilas insistieron en que ya “es hora de acabar con la precariedad de las personas empleadas y desocupadas y con la precariedad laboral y social, porque ha llegado el momento de poner las vidas en el centro y apartar de una vez por todas los intereses económicos y mercantiles del capitalismo”.

“asesina y enferma” Remarcaron que la “precariedad asesina y enferma: en Nafarroa han muerto 21 personas en accidente laboral en 2018, y obliga a la clase obrera acudir a los puestos de trabajo enferma”. Estas centrales acusaron al capitalismo de “poner las normas” y a la mutuas “de obedecer fielmente a los mandatos de la patronal”. También recriminaron a los diferentes gobiernos del PP y del PSOE la connivencia con los empresarios. “Exigimos que se deroguen las reformas laborales aprobadas por los socialistas y populares. La patronal campa a sus anchas precarizando todo lo que toca”, remarcó Gorka Gulliver.

Estas organizaciones calificaron el sistema económico de “capitalista y heteropatriarcal”, incompatible con el modelo de vida que exigieron los centenares de personas que celebraron el Día del Trabajo con estos sindicatos. “El capitalismo somete a la mitad de las navarras e impide que vivamos en igualdad con nuestros compañeros”, dijo Araceli Montes. Protestaron contra la brecha salarial, el techo de cristal, la contratación parcial, las dobles y triples jornadas y los acosos en el trabajo. “Las dos últimas huelgas feministas han sido el principio del fin del sistema heteropatriarcal”, remarcó Araceli Montes. Así, defendieron una sociedad en la que todas las personas sean iguales, al margen del lugar de nacimiento, y respetuosa con el planeta. Gulliver recordó que el capitalismo ha creado el concepto de la globalidad de la economía pero, por otro lado, “impide que las personas circulen libremente al levantar muros y alambradas”, además de que proclama “un modelo de producción con obras como el TAV o desarrollos urbanísticos innecesarios”. Por todo ello, gritaron: “G-7 Ez (G-7 No)”.