PAMPLONA. La producción de la DO Navarra aumentó un 3 por ciento en la pasada vendimia con respecto a la media y el resultado final de la uva "es óptimo teniendo en cuenta las complicaciones originadas por las condiciones climatológicas".

El Consejo Regulador de la DO Navarra ha explicado en una nota que "se han catado excelentes vinos blancos, rosados y tintos de las diferentes variedades de uva que componen el mapa de la Denominación y que serán del agrado del consumidor".

Así, el Consejo Regulador ha calificado la añada 2018 como "buena" tras el análisis del informe emitido por la sección de Viticultura y Enología del departamento de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra (EVENA), que analiza la cosecha desde el punto de vista de la viticultura y la enología, y el elaborado por la división alimentaria de INTIA, que se centra en las características agronómicas de la campaña vitivinícola.

Según el primero, las uvas recogidas para elaborar los vinos presentaban un estado "óptimo" con una graduación y acidez altos y una intensidad de color media y alta.

Desde la perspectiva enológica, los vinos tintos han sido similares a la campaña anterior en cuanto al grado alto pero con una acidez, color y estructura menor que la añada 2017.

Los vinos blancos y rosados han sido muy bien valorados con parámetros "muy óptimos", similares a la campaña predecesora y un buen perfil aromático.

Según el Consejo Regulador, "las características climatológicas del año determinan en la viña los vinos resultantes de esas uvas y la última campaña se define por su complicación, que ha tenido que ser manejada por los profesionales para obtener los buenos resultados".

El estudio detalla que la brotación de la vid se retrasó en torno a diez días respecto al año anterior por el frío y la humedad. De hecho, los datos de la precipitación acumulada son más elevados que la media histórica.

En el mes de julio, tal como informa el documento de INTIA, cambió la tendencia por su calidez pero las labores en el campo tuvieron que realizarse con esmero para remitir los posibles ataques de enfermedades en la viña.

La vendimia se inició a finales de agosto, una semana más tarde de lo habitual, con la variedad de uva Moscatel de Grano Menudo en la zona de la Ribera Baja de Navarra. La recogida de la uva se alargó hasta los inicios de noviembre.