donostia - Los países del G7 (Francia, Italia, Alemania, Japón, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos) llegaron ayer a un acuerdo para que las empresas digitales tengan que pagar impuestos en aquellos países en los que desarrollen su actividad a través de Internet aunque no tengan presencia física y evitar así que transfieran sus beneficios a paraísos fiscales.

Este principio de acuerdo llega en la reunión que los ministros de Economía han realizado en la localidad francesa de Chantilly. La forma en la que se establecerán esos impuestos todavía no está diseñada, pero se ha encargado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que prepare su formato para enero, con lo que podría tomarse una decisión definitiva a finales de 2020.

La medida fue celebrada especialmente por Bruno Le Maire, el ministro francés, que se congratuló de que el G7 haya adoptado “un enfoque coordinado, multilateral y más constructivo”, tras la amenaza de sanción lanzada hacia Francia por Estados Unidos después de que en París se aprobara el impuesto contra los gigantes de Internet.

Más allá de la fiscalidad digital, los ministros del G7 convinieron en que el Impuesto de Sociedades debe tener un tipo mínimo para garantizar que las empresas pagan su justa contribución y no se sirven de paraísos fiscales o jurisdicciones de conveniencia para la evasión fiscal. Ahora la cuestión es trabajar en una horquilla de tipos mínimos que sea comúnmente aceptada, algo que está todavía pendiente.

Los responsables de Finanzas también enviaron un mensaje de firmeza en dirección a Facebook y a su proyecto de crear una moneda, la Libra, al manifestar de forma unánime “fuertes inquietudes” al respecto. A su juicio, Libra “plantea serios problemas” tanto técnicos como políticos. En primer lugar porque la red social no ha presentado ninguna disposición para garantizar que Libra cumplirá las reglas de lucha contra el blanqueo o contra la financiación del terrorismo, pero tampoco para la protección de datos personales o para salvaguardar los derechos de los ahorradores.

En un terreno más político, Le Maire dijo: “No podemos aceptar que entidades privadas pongan en marcha sus propias monedas sin las obligaciones” de transparencia de los emisores soberanos.

En otro orden de cosas, la plataforma G7 ez, no G7 realizó ayer un llamamiento a toda la sociedad vasca para que participe en la “contracumbre” que se llevará a cabo entre los días 19 y 25 de agosto en Irun-Hendaia como respuesta a la reunión del G7 en Biarritz.