madrid - La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, confía en que la economía española mantenga en 2020 un ritmo de crecimiento próximo al 2% y defiende que España está “capeando” mejor que otros países las incertidumbres asociadas a la guerra comercial chino-estadounidense o al brexit.

La ministra avanzó que el Tesoro va a reducir en 10.000 millones la emisión neta de deuda pública este año y quedará por debajo de los 200.000 millones, lo que consideró una muestra de la solvencia económica del país y de la confianza de los mercados.

El Gobierno mantendrá por el momento sus previsiones de crecimiento en el 2,2% para 2019 y en el 1,9% para 2020, cifras que Calviño vio como prudentes, aunque ha dicho que se revisarán si es necesario cuando se elabore el borrador de proyecto presupuestario que hay que mandar a Bruselas antes del 15 de octubre.

“No proceden ni actitudes conformistas de quienes se acomodan para ver venir el ciclo económico, ni tampoco alarmismos estériles ni paralizantes”, afirmó la ministra.

Reconoció que el deterioro del entorno exterior está pasando factura al comercio mundial, cuya contracción se está “sintiendo” en el sector manufacturero español y está coartando las decisiones de los inversores, que buscan activos seguros ante el temor de que empeore la situación económica. A ello ha sumado la posibilidad de un brexit sin acuerdo, que cree que sería muy negativo para España, razón por la que el Gobierno analiza hoy mismo en una reunión interministerial si debe contemplar medidas adicionales que mitiguen su impacto.

“Tenemos que prepararnos para lo peor. (...) No podemos pensar que un brexit sin acuerdo no tendrá un impacto negativo”, afirmó. “Necesitamos un periodo de estabilidad de cuatro años para continuar lo ya iniciado”, dijo Calviño, que aseguró que quince meses han sido pocos para acabar con los desequilibrios estructurales que arrastra la economía española, entre ellos, el de la desigualdad. La brecha de genero, explicó, comienza con una diferencia salarial y se prolonga más allá de la vida laboral a la hora de cobrar una pensión. - Efe