Pamplona - Tres años más tarde, la dirección de Volkswagen Navarra ha vuelto a anunciar que derivará a las mutuas las bajas por enfermedad común de sus empleados. La multinacional repite así un movimiento que ya hizo en 2016 y que fue retirado entonces por el rechazo de los sindicatos, que se han vuelto a posicionar ahora en contra. Y que tienen intención de presentar de nuevo una respuesta prácticamente unitaria.

Tanto UGT, como CCOO, ELA, LAB y CGT rechazan que sean las mutuas quienes se encarguen del seguimiento de las bajas de los trabajadores de Volkswagen Navarra. “Se ha demostrado -explicaba ayer José Miguel Valmaseda, secretario de organización de la sección sindical de CCOO- que donde se ha implantado no se ha reducido el absentismo”, objetivo principal de la dirección de la planta de Landaben, que lo cifraba en un 8,1% a mediados de año. “Es inadmisible”, señalaban en referencia a una cifra que supera, en mucho, el objetivo del 3,5% fijado en el acuerdo del segundo modelo. Reducir el absentismo no es el único argumento que maneja la dirección, que entiende también que la derivación a las mutuas permitiría agilizar los trámites a los trabajadores, que podrían evitar asimismo las listas de espera de la sanidad pública.

Estos argumentos fueron rechazados ayer por el comité de empresa, en una reunión con la dirección en la que UGT, el sindicato con mayor representación, advirtió a la empresa de las consecuencias de abordar este asunto de manera unilateral, “si se desea terminar el año con las producciones previstas”. El comité presentó asimismo un escrito contradictoria, instando a la empresa a retirar sus planteamientos. La dirección se comprometió a estudiarlo.

“Estamos por la defensa del sistema público, que es uno de los mejores del mundo”, explicaba Valmaseda, de CCOO, sindicato que, al igual que UGT, rechaza el “desvío de fondos a las mutuas” que supone la derivación de las contingencias comunes. El procedimiento permite a las aseguradoras realizar un seguimiento de los procesos de baja, si bien la potestad de dar la baja y el alta sigue siendo del médico de cabecera. “Entendemos que supone introducir un elemento de desconfianza en la labor del médico”, explicaban desde CCOO.

También LAB criticaba ayer la pretensión de Volkswagen Navarra, al considerar que se pretende “reducir el absentismo no curando, sino acortando los plazos de recuperación”, en referencia a la capacidad de la mutua para solicitar la retirada de la prestación en caso de que el trabajador no acuda a la cita. “La Ley establece que desde el primer día de baja la mutua nos puede obligar a presentarnos en sus instalaciones”, explicaban desde LAB.

“Se trata de una agresión directa a clase trabajadora en su conjunto, rompe con el principio de solidaridad que debe regir la sociedad, descapitalizando la Seguridad Social y atacando directamente a los colectivos más débiles”, explicaban desde la sección sindical de ELA, quien recuerda que la entrada progresiva de las mutuas conduce a procesos de privatización del sistema de salud. Óscar Añorbe, de CGT, también era muy crítico con la postura de la empresa, a la que instaba a resolver el problema de raíz. “No es la primera vez que se plantea esto, la anterior fue en 2016, pero si lo que se quiere es reducir los niveles de absentismo, lo primero que habría que hacer es reducir los ritmos inhumanos de producción que hay en la cadena”.

La única excepción en el comité de empresa la marcó la Confederación de Cuadros, que cuenta con un delegado de los 29 de comité de empresa. Iñaki Coscolín, su representante, entiende que la participación de las mutuas tendría efectos beneficiosos para los trabajadores, al agilizar su recuperación. “Supone ahorrar tiempos de espera a pruebas o procesos de rehabilitación”, explicaba Coscolin, quien creía que la empresa daría finalmente marcha atrás.

El médico, la baja. El médico de familia o atención primaria del sistema público de salud extiende la baja al paciente, que es remitido en 24 horas a la mutua.

La mutua, al cuarto día. A partir de ese momento, corresponde a la mutua la función de declaración del derecho a la prestación económica. La mutua puede citar al trabajador, desde el momento que la entidad estime oportuno. La única limitación temporal a estas citaciones es que desde la comunicación de la cita hasta que ésta se haga efectiva han de mediar cuatro días hábiles. En el caso de incomparecencia de las personas citadas, la mutua procede a la suspensión de la prestación.

Una ley desde el 1 de enero de 1996

Gestión de fondos económicos de la Tesorería de la Seguridad Social. Las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social están autorizadas a partir del 1 de enero de 1996, en el último Gobierno de Felipe González, a realizar la gestión de la prestación económica de la Incapacidad Transitoria siempre que el empresario lo concierte por escrito y previa consulta a los representantes de los trabajadores. Cuando la mutua realiza la gestión asume el pago de la prestación económica por Incapacidad Transitoria derivada de contingencias comunes, en lugar del Instituto Nacional de la Seguridad Social; el coste de las gestiones administrativas que la mutua realice en relación con estas prestaciones; el coste de los controles médicos de comprobación de la Incapacidad Transitoria. Por ello, la Mutua recibe de Tesorería un porcentaje de las cuotas por contingencia común que tanto la empresa como los trabajadores aportan al sistema de la Seguridad Social. - D.N.