PAMPLONA. La huelga general convocada para este jueves por la Carta Social de Euskal Herria, liderada por ELA y LAB, se ha evidenciado en Navarra en el cierre puntual de comercios y en paros de incidencia desigual en diversas empresas, así como en las dos manifestaciones centrales celebradas en las calles de Pamplona.

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La jornada también ha registrado una serie de incidentes, como el corte de la N-1 entre Alsasua y Etzegarate, y otros cortes en las entradas a diversos polígonos industriales como el de Areta en Huarte, donde se han producido cuatro de las cinco detenciones registradas por la acción de piquetes al encadenarse a unos bidones.

Convocada por ELA, LAB ESK, CNT, STEILAS, EHNE, HIRU y Etxalde, la convocatoria ha contado con el apoyo de parte del movimiento de pensionistas y de colectivos estudiantiles, feministas, ecologistas y de lucha contra la exclusión, así como con el respaldo político de EH Bildu, cuyos parlamentarios no han participado en el pleno semanal de la Cámara foral.

Se han reivindicado así empleos estables y una pensión mínima de 1.080 euros, entre otros puntos que, según los convocantes, han provocado un "seguimiento muy amplio" de la huelga en la industria de la Comunidad foral, que ha llegado a ser "masivo" en zonas del norte como Sakana, Larraun, Leitza y Bidasoa, "significativo" en la comarca de Pamplona y "algo menor" en la Ribera.

Además de en las empresas privadas, en las que se han contabilizado las ausencias del personal, los convocantes han valorado la repercusión habida en los servicios públicos, "especialmente" en Educación y Administración Local, pero también en Salud, Administración del Estado o la UPNA, si bien el Gobierno de Navarra ha cifrado en el 8,13 % el seguimiento de la huelga por la mañana entre su personal.

En la comarca de Pamplona la jornada ha arrancado con retrasos en la salida de los primeros servicios del transporte urbano por la presencia de piquetes informativos, aunque la empresa TCC ha asegurado que se había prestado el 91 % del servicio.

A mediodía ha tenido lugar la manifestación más numerosa de las varias celebradas en Navarra, con unos 20.000 participantes según los organizadores y unos 12.000 según la Delegación del Gobierno, que se han sumado tras confluir en la Plaza del Castillo seis columnas procedentes de otros tantos puntos de Pamplona o de su comarca.

En declaraciones a los periodistas el coordinador de ELA en Navarra, Imanol Pascual, ha mostrado su "satisfacción" por el seguimiento de la huelga y ha hecho votos por "visibilizar esa Navarra oculta de la que apenas se habla", la de las "más de 80.000 personas que viven en situación de pobreza".

Ha explicado que la movilización buscaba interpelar a tres agentes, a la patronal navarra para acordar medidas "para combatir la brecha salarial"; al Gobierno de María Chivite, "porque en su mano está llevar a cabo muchas de las reivindicaciones de esta huelga, como complementar las pensiones hasta los 1.080 euros" o reducir la temporalidad del sector público; y a los partidos de izquierda del Parlamento de Navarra, para que se unan a sus postulados.

Por parte de LAB, su portavoz en la Comunidad foral, Imanol Karrera, ha apelado directamente a la presidenta navarra y al presidente de la patronal navarra, María Chivite y José Antonio Sarría, respectivamente, a "atender de manera positiva" sus reivindicaciones ahora, pues lo contrario llevaría a nuevas movilizaciones en primavera.

En cuanto a la marcha, ha recorrido el centro de Pamplona entre gritos de lemas como "No es crisis, es capitalismo", "No falta dinero, sobran ladrones", "La ley de Extranjería mata gente cada día" o "Terrorismo es no llegar a fin de mes".

Los gritos han arreciado especialmente al paso de la marcha por la puerta del Palacio de Navarra, de la Delegación del Gobierno, o de las sedes de UPN y PSN, al igual que con la cercanía de unos grandes almacenes, abiertos al público y custodiados por la Policía Nacional.

Ya por la tarde ha tenido lugar la segunda manifestación, que ha transcurrido con normalidad ante los principales centros comerciales de la ciudad, donde de nuevo había una presencia policial importante contra la que han arreciado los gritos de los manifestantes.

La marcha ha finalizado en el Paseo Sarasate, donde los distintos ejes convocantes de la manifestación han leído un comunicado en el que han valorado a las personas migrantes, a los "jóvenes precarios, que coleccionan contratos y quieren una vida digna", o a "las tareas invisibilizadas en el trabajo de cuidados".