anorama pesimista a medida que pasan los días, y se toma la medida a la dimensión de la pandemia y su deriva económica. En este contexto, los agentes económicos redoblan sus esfuerzos en el asesoramiento y representación de sus asociados, ante un horizonte delicado, más aún tras el anuncio de Pedro Sánchez de que las actividades no esenciales deberán quedarse en casa por un confinamiento extendido.

Pulsando las impresiones de Danny Imízcoz (CEAT) Antonio Martínez de Bujanda (ANEL), José Mari Martínez (UCAN), y Javier Taberna de la Cámara Navarra de Comercio e Industria, la relato resultante no deja sitio para el optimismo. Ninguno oculta su preocupación. La pandemia está poniendo a prueba las estructuras políticas, sociales y económicas. La vuelta a la normalidad, imaginada prematuramente hace apenas una semana, conlleva cada vez más afecciones e incógnitas, cuando es sabido que la economía se lleva mal con la incertidumbre.

CEAT

"Costará mucho volver a una cierta normalidad"

"Detrás de la crisis sanitaria hay una crisis económica brutal que nos va a afectar a gran parte de los sectores que forman nuestra asociación. Dentro de CEAT Navarra tenemos comerciantes, hostelería grande y pequeña, transportistas, agricultores", afirma su presidente, Danny Imízcoz. En esa diversidad sectorial, hay sectores que van a seguir trabajando, indispensables en la cadena de suministro. Imízcoz reconoce una "disyuntiva" por la disparidad de casos, y apuesta por la no paralización total de la economía.

Cree que los ERTE son "una medida para paliar este parón momentáneo", y evitar que se conviertan en ERE, porque entonces "se perderían muchos puestos de empleo". Con todo, estiman desde su asociación que va a haber "una pérdida notable de empleos", y se hace eco de un cálculo. "Ya se habla de cifras en torno a los 300.000 parados cuando se recupere una cierta normalidad que va a tardar mucho en llegar. Se va a destruir empleo, y se trata de que no sea una catástrofe, que no se aprovechen las empresas de esta situación para destruir aún más puestos de trabajo".

Imízcoz no se atreve a hacer previsiones concretas a partir de junio. "Es más complicado, porque no sabemos cuándo va a llegar la normalidad. Se habla de mayo y de junio. No sabemos si va a haber Sanfermines, muy importantes para muchos empresarios, con lo cual hay una incertidumbre brutal de qué va a pasar. Llegará el verano y supuestamente el brote desaparecerá, ¿pero cuándo vendrá un nuevo brote? ¿Volverá a ver contagios en octubre o noviembre? No sabemos si puede haber otro parón al final de año. Nadie está pensando en más allá de junio, yo creo que tendríamos que tener una visión a futuro. Pensar qué es lo que va a pasar un poco más adelante", por lo que anima a ser previsores, pensando en el horizonte que se nos avecina" no exento de serios riesgos. A juicio de Danny Imízcoz "nadie garantiza" que dentro de un tiempo "volvamos a sufrir una cosa parecida".

ANEL

"El gran problema sería una crisis estructural"

Esta asociación está integrada por cooperativas de trabajo y sociedades laborales, en todos los sectores de actividad, empresas que "históricamente en épocas de crisis han tenido un comportamiento mejor que el conjunto del tejido empresarial. Lo que pasa es que cada crisis es diferente. Y lo que preocupa y centra el interés es en el empleo, porque al final es la razón de ser de estas empresas", afirma Antonio Martínez de Bujanda. El gerente de ANEL prefiere centrarse en el corto plazo, dada la incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir más adelante. En ese horizonte inmediato, fijaba esta semana dos retos: compaginar actividad y seguridad. "Compatibilizar las dos cuestiones que afectan a las personas, la seguridad en las condiciones de trabajo en esta situación, y la menor afección al empleo. Ahora, las cosas se han agravado debido al confinamiento total. Dado el carácter multisectorial de su organización, como "hay sectores más afectados que otros, aquí tenemos todo tipo de situaciones", por lo que ofrecen a todas las empresas asociadas información y orientación, lo que les reporta una información útil de conjunto. Por ejemplo, en cuanto al elogiado teletrabajo, que pese a sus potencialidades no es fácil de gestionar de súbito en empresas de servicios que no estuvieran acostumbradas a este modelo organizativo.

Martínez de Bujanda valora los ERTE como un tipo de medida "que ayuda" en esta coyuntura. También hay empresas que están generando bolsas de trabajo para cuando se pueda incrementar la actividad. Si es posible hacerlo en verano, cree que "habrá que hacer un esfuerzo extra, con una disposición importante por parte de las empresas y las personas trabajadoras, para adaptarse a las circunstancias y sacar esto adelante". Así como los ERTE permiten en esta primera fase evitar despidos, Martínez de Bujanda reclama pensar en la necesidad de dotar de financiación a las empresas para que puedan gestionar las tensiones de liquidez que va a haber como consecuencia de esa parada de la actividad". En ese escalonamiento de los tiempos, y dentro de un escenario universal de infecciones, será clave saber cómo evoluciona la situación en otros países. Para el gerente de ANEL, "eso va a tener una afección importante, pero cree muy difícil prever lo que pueda ocurrir en concreto. "Estamos todos hablando en principio de una crisis coyuntural, y el gran problema sería que esto genere una crisis estructural. Va a depender mucho de la duración de esta situación, que no podemos verla solo desde una óptica regional o nacional, sino que probablemente va a estar condicionada por lo que pase en otras zonas del mundo".

UCAN

"Va a ser bastante duro económicamente"

El presidente de la Unión de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra tampoco escapa del pesimismo, por más que su sector sea esencial. "Nosotros al fin y al cabo somos un agente más de la sociedad que nos vamos a ver involucrados en ese perjuicio económico". Prevé un incremento de los costes de producción, en un sector que ya venía tocado. "La situación que teníamos es por todos sabida, con las manifestaciones que se hicieron el pasado mes, tanto nosotros como la Unión de Agricultores. Protestas que sirvieron para ser "reconocidos por la sociedad como la parte débil" de la cadena alimenticia, y que ahora con la actual crisis cobra un "plus de preponderancia y valor" a la hora de reivindicarse. Una revalorización social y de dignificación del trabajo agroalimentario en estos momentos. El de "dar de comer a la sociedad".

Para José Mari Martínez, el frenazo de la economía requiere "una solución global", y pide participación en las decisiones que se tomen en todos los ámbitos administrativos, desde las cuestiones puntuales, como por ejemplo la crisis específica de los productores de cordero, hasta las más generales. La labor de UCAN en estos momentos especialmente, es la de ser transmisores de la problemática del sector, que por su especificidad requiere una planificación que se anticipe al calendario de plantación, cuidado y recolección de los distintos cultivos sin parar la actividad productiva, y así no se deje de suministrar a la sociedad productos, especialmente los frescos, muy perecederos, también para las conserveras, de cara a evitar también cualquier tentación especulativa o por lo contrario, un derrumbe de precios. "Si paramos nosotros de producir, y ellos de elaborar, el mercado tarde o temprano se va a resentir", resume.

Cámara Navarra de Comercio e Industria

"Ahora estamos en el momento más difícil"

El presidente de la Cámara Navarra de Comercio e Industria encaraba el fin de semana con preocupación, que ayer sábado fue a más tras conocer el anuncio del presidente del Gobierno Pedro Sánchez. Taberna esperaba que la próxima semana se tocase techo sin recurrir a medidas más duras, que podían suponer un retraso mayor en la recuperación. Ese escenario lo adelantó ayer Sánchez, y el anuncio pilló por sorpresa, a pesar de que ya se había filtrado un borrador, aunque no se supiese hasta qué punto constituía un globo sonda, o un movimiento táctico interno dentro del gobierno de coalición. Taberna critica que la extensión del confinamiento termine justo antes de las vacaciones de Semana Santa, conformando en la práctica una duración mayor. "La indefensión en que se encuentra el empresario es absoluta y total", denuncia, y reabre en la página siguiente el melón de los Sanfermines. "No veo en absoluto factible que se celebren en julio, advierte rotundo. El debate sobre la fecha de las fiestas vuelve a abrirse en canal. Con efecto dominó sobre el resto del calendario festivo.