PAMPLONA. Las altas de Internet por satélite se han multiplicado por cinco en los pueblos de Navarra durante el mes de marzo, el primero del confinamiento decretado por el Gobierno para contener la propagación del coronavirus, según Eurona, la multinacional española de telecomunicaciones, a partir de datos propios.

Este alza en las contrataciones de Internet ha estado en línea con el incremento del 60% a nivel nacional y ha tenido especial impacto en esta región, "donde más de 5.000 personas no pueden acceder a una conexión a Internet de calidad, sobre todo en las zonas rurales, despobladas o de difícil orografía".

Eurona ha destacado que el repunte en los datos se enmarca en un contexto en el que la situación de confinamiento nacional "ha convertido a las telecomunicaciones en un bien de primera necesidad y en un servicio esencial más como la electricidad, el gas o el agua corriente, ya no sólo en las ciudades sino también en los pequeños municipios de la 'España Vacía' al permitir la continuidad de ciertos sectores profesionales y de actividades básicas como la educación o los servicios médicos a distancia".

Así, para "evitar que estas zonas sufran las consecuencias de la falta de oportunidades y la escasez de infraestructuras", Eurona, que ofrece cobertura de banda ancha al 100% del territorio, ha puesto su tecnología satélite al servicio de los municipios para "garantizar las comunicaciones durante estos días en aquellos lugares donde ni el ADSL ni la fibra óptica han llegado todavía".

"De esta forma, medidas de contención como el teletrabajo o incluso las consultas médicas a distancia pueden hacerse extensibles a toda la geografía española, independientemente del tamaño y la población de los municipios", ha resaltado la empresa.

Según Fernando Ojeda, consejero delegado de Eurona, "estas nuevas contrataciones no hacen sino evidenciar que la población de la España rural necesita soluciones globales como la que está ofreciendo el satélite, un servicio que se ha convertido en esencial y estratégico para garantizar, en la medida de lo posible, la continuidad de la economía o de servicios básicos como la educación a distancia más allá de los momentos críticos que atravesamos".