- Uno de cada tres empleados de VW Navarra regresó ayer a la factoría de Landaben tras seis semanas sin actividad: un total de 1.600 trabajadores, de los que 1.250 desarrollan sus tareas en la cadena y 350 en oficinas. Un atasco precedió la entrada a la fábrica, ya que el servicio de autobús trasladó a unos 500 operarios -la mitad de los habituales- para así cumplir con las medidas de seguridad contra el coronavirus. Esto provocó que el resto usara el vehículo particular con el consiguiente incremento de tráfico antes de que dieran las seis de la mañana, hora de inicio del único turno de ayer. La jornada resultó inusual, ya que la empresa constituyó grupos de diez trabajadores que recibieron información y formación sobre las medidas de protección y seguridad antes de afrontar la fabricación de los vehículos. Los empleados de montaje Yodi Reyes, de 43 años; Araceli Buldón, de 47; Daniel Anchorena, de 30; y Ana Gutiérrez, de 37 fueron cuatro de los que tuvieron que dar esas explicaciones. "Creíamos que el reinicio de la producción iba a ser como una gran tormenta y ha quedado en una lluvia", ejemplificaba Reyes la reanudación de la producción. Ana Gutiérrez mencionó la toma de la temperatura a la entrada de la factoría: "El ritmo de entrada ha sido fluido". Daniel Anchorena destacó que la plantilla "estaba muy positiva" y Araceli Buldón insistió en este mensaje: "La manera de trabajar ha cambiado en la cadena por el uso de los equipos individuales de protección (EPI), pero la gente no se ha agobiado". Entre las seis y las siete de la mañana se procedió a informar y formar a los operarios, para comenzar a fabricar después. "La primera hora se ha producido de manera escalonada y desde las 8.00 con normalidad", recordó el presidente del comité, Alfredo Morales (UGT), que calificó de "exitoso" el arranque. Debido a que el turno empezó más tarde de lo habitual, la factoría fabricó 430 vehículos en el único turno, aproximadamente un 60% T-Cross; y un 40% de Polo. Pero la factoría quiere producir 527 unidades diarias las próximas tres semanas, en las que operará el turno de mañana, con desplazamientos de pausas para que no pare la cadena.

El presidente de VW Navarra, Emilio Sáenz, valoró el restablecimiento de la actividad, en un contexto complicado por la incertidumbre que ha generado el coronavirus en la economía navarra, nacional y global.

Sáenz subrayó el trabajo desarrollado durante semanas por todas las áreas de la fábrica, en un encuentro con los medios de comunicación en la nave de montaje: "No solo hemos seguido toda la normativa de salud y seguridad en el trabajo de los organismos oficiales, sino que hemos implantado, en la mayoría de los casos, medidas por encima de esas exigencias y recomendaciones, porque es prioritaria la seguridad y la salud de la plantilla". Hoy y mañana no se producirán coches, pero sí el jueves.

Sáenz espera que a partir del 18 de mayo la factoría pueda introducir el segundo turno para "fabricar 1.054 unidades diarias", de 15.00 a 23.00 horas -retrasan una hora para limpiar en profundidad la fábrica-. Y no será hasta concluir las vacaciones de verano cuando VW pueda incorporar el tercer turno. "Si se cumple este calendario, significa que el mercado está respondiendo", pronosticó el presidente de VW Navarra. La industria auxiliar también inició la actividad, pero "poco a poco", recordó el secretario de la Federación de Industria de CCOO, Josema Romeo. Tecnoconfort, KWD, por ejemplo, y otras subcontratas regresaron. "La industria auxiliar ha aplicado ERTE por fuerza mayor, y está a la espera de negociar otros por causas objetivas", explicó Romeo, quien calcula que unos 15.000 empleos dependen de VW. De esta forma, si de los 4.800 asalariados de la fábrica de automoción, se han incorporado 1.600; la industria auxiliar podría haber vivido una reanudación semejante, con unos 5.000 operarios.

Además, LAB solicitó al Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) que "vele por la salud" de los trabajadores de las empresas subcontratadas y proveedoras de VW. Este sindicato registró un requerimiento en el ISPLN solicitando que se "garantice de manera presencial que efectivamente la industria auxiliar aplique las medidas de seguridad contra el COVID-19". LAB repitió que estas empresas "vuelven a ser una vez más las grandes olvidadas".

Por su parte, VW Navarra destacó que 154 trabajadores sufren patologías que les hacen vulnerables al COVID-19 por lo que se han quedado confinados sin poder regresar a la actividad; y que 38 personas han solicitado medidas de conciliación para el cuidado de menores o familiares en este regreso gradual a la producción, que se suman a los 308 asalariados que ya tenían activadas medidas de este tipo antes de la pandemia.

"Creíamos que el reinicio iba a ser como una tormenta y se ha quedado en lluvia"

Operario de montaje, 43 años

"La manera de trabajar ha cambiado con las EPI, pero la plantilla no se ha agobiado"

Empleada de montaje, 47 años

"Hemos explicado en grupos de 10 personas las medidas de protección y seguridad"

Trabajador de montaje, 30 años

"El ritmo de entrada al tomar la temperatura ha sido más fluido de lo que pensábamos"

Operaria de montaje, 37 años