- El Gobierno de Navarra ha reducido un 10,19% las emisiones contaminantes a lo largo de 2019. Estas han pasado de 31.536 toneladas de CO2 equivalentes (tCO2e) a 28.321 tCO2e en un año, debido principalmente a “una intensificación de las energías limpias” y, en menor medida, a una disminución del consumo energético, que ha caído un 1,1% hasta los 159,7 GWh. La factura final, sin embargo, se ha encarecido en 807.00 euros. El Ejecutivo ha invertido en el último año cerca de un millón de euros en medidas para mejorar la eficiencia energética de sus inmuebles.

El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Manu Ayerdi, hizo públic ayer el Informe Anual de Energía 2019, que analiza el uso y consumo de los distintos tipos de energía en los 481 edificios e inmuebles dependientes del Ejecutivo foral, así como sus emisiones. El informe sustenta la reducción del 10,19% de las emisiones en los inmuebles de uso asistencial y residencial, como hospitales (donde ha caído un 13,2%), centros de salud (un 12,5% menos), residencias (un 37,5% menos). Las emisiones se han contraído en todas las energías, si bien esa contracción ha sido mayor en electricidad y otros combustibles.

Esta menor emisión de CO2 a la atmósfera va de la mano de una reducción del consumo energético en el Gobierno de Navarra, que ha pasado de 161,5 a 159,7 GWh. Es una reducción aún pequeña, apenas un 1,1%, pero “supone el inicio de una tendencia, además, en todas las energías usadas”, subrayó en un comunicado el Ejecutivo foral. Sólo el consumo de electricidad ha registrado un pequeño incremento (de 70,5 a 70,7 GWh), aunque se mantiene estable. En el caso del gas, el descenso ha sido de 83 a 81,5 GWh, y en los combustibles fósiles, del 7,9 a 7,3.

Por tipología de edificios, el 79% del consumo se concentró en cuatro áreas concretas: hospitales (46%), educación (16%), Administración (9%) y centro de salud (8%). Los equipamientos con tipología asistencial han aumentado un 8,5% su consumo en 2019. En cambio, los recursos culturales y residencia han disminuido un 1%.

En estos momentos, las necesidades energéticas del Gobierno foral se suplen, en un 51,1% con gas; en un 44,3% con electricidad y en un 4,6% con otros combustibles. Con respecto a 2018, el consumo de electricidad ha aumentado en seis décimas, en detrimento de las otras dos fuentes de energía. Este hecho, sumado el incremento del 9% del coste de la electricidad, ha provocado que la factura energética del Ejecutivo haya ascendido hasta los 13,8 millones de euros, un 6,2% más que el año anterior. En concreto, supone 807.000 euros más que en 2018.

Las mayores facturas se corresponden a los ámbitos que mayor consumo realizan. En este sentido, los hospitales han supuesto 6,5 millones (un 7,58% más), seguidos de Educación, con 2 millones de euros (un 1,25% más); centros de salud, donde el coste ha sido de 1,29 millones de euros (un 14% más), y Administración cuya factura energética ha sido de 1,22 millones (+1,95%).

Envolventes. En el último año se ha sustituido la envolvente térmica de algunos edificios, como en la residencia Santo Domingo de Estella, en el edificio de Obras Públicas de la calle San Ignacio de Pamplona, o en el edificio de titularidad pública de la calle Monasterio de Irache de la capital navarra.

Placas solares. Además se han instalado placas fotovoltaicas en media decena de inmuebles como en la Biblioteca General de Navarra, en los centros educativos CIP Virgen del Camino del Pamplona y ETI de Tudela, y en la residencia Fuerte del Príncipe de Pamplona y los centros asistenciales San José Nuevo, de Pamplona, y San Isidro, de Lumbier.