Entre tanto rebrote, entre tanto nubarrón económico y negros vaticinios, agosto también trae alguna buena noticia. Volkswagen Navarra deparó ayer una de ellas, al confirmar que ha recibido instrucciones de la central de Alemania para articular las medidas de flexibilidad que le permitan acometer un incremento de sus producciones durante las próximas semanas y responder así a las necesidades de un mercado que parece recuperar cifras de una cierta normalidad. La decisión supondrá la generación de empleo temporal todavía sin concretar en volumen y duración.
Los datos de julio, mes en el que el grupo Volkswagen logró empatar su cifra de ventas respecto a 2019, dibujaban ya un escenario mucho menos negro que a finales de la pasada primavera, cuando los concesionarios de media Europa, recién abiertos, recibían a los clientes con cuentagotas. Desde entonces, las cifras de pedidos se han recuperado de manera sensible y desde Alemania se ha transmitido que “las perspectivas hasta final de año son buenas”, explicaron ayer directivos de la fábrica al comité de empresa, que recibió la noticia con alegría. Desde el próximo lunes, cuando alrededor de 650 trabajadores abandonarán el ERTE, VW Navarra trabajará de nuevo a tres turnos, por primera vez desde marzo de este año.
“Son noticias buenísimas”, explicaba ayer Alfredo Morales (UGT), presidente del comité de empresa, quien señalaba que la puesta en marcha de medidas de flexibilidad, como los desplazamientos de pausas, podría suponer la creación de entre 150 y 400 puestos de trabajo. La cantidad dependerá de a cuánto asciende el incremento productivo comunicado ayer, si bien fuentes de la planta señalaban que, si la central ha pedido medidas de flexibilidad para hacer frente a los pedidos, se prevé que el aumento sea sensible. Según explicaba ayer Alfredo Morales, la producción diaria podría crecer en unos 120 coches diarios, hasta quedar por encima de los 1.500 vehículos.
Aunque Volkswagen evitó ayer precisar cifras, todo hace indicar que es la respuesta del mercado europeo la que está detrás de las mejores perspectivas. Alemania es el principal mercado del Polo y el T-Cross, los dos modelos que fabrica Volkswagen Navarra. Y, pese a que en julio la cifra de ventas se redujo ligeramente, se trata de la economía europea que mejor está soportando la crisis. Esta semana se conocía también la evolución de las matriculaciones en España durante las dos primeras semanas de agosto, con un aumento del 11% respecto a 2019. Distintos factores estarían impulsando esta recuperación: la implantación de planes de ayuda a la compra de coches, el hecho de que muchos ciudadanos hayan reducido sus vacaciones y hayan dispuesto de más tiempo para acudir al concesionario, la absorción de la demanda embalsada durante el confinamiento o, incluso, la nueva valoración del vehículo privado como un modo de desplazarse de forma individual y segura, frente a un transporte público muy concurrido.
mejora en el sector
El incremento que se anuncie no servirá, en todo caso, para compensar el recorte productivo anunciado por Volkswagen Navarra en abril. De los 306.645 coches anunciados, una cifra que ya quedaba por debajo de las previsiones anteriores, se pasó a 253.700, que serán revisados al alza en los próximos días. De hecho, tras suspender la fabricación el pasado 15 de marzo por las medidas adoptadas por la crisis de la covid-19, Volkswagen Navarra retomó la actividad productiva el 27 de abril con un turno de trabajo de 6 a 14 horas y con todas las medidas de prevención y seguridad indicadas por las autoridades sanitarias para el regreso gradual a la producción. El segundo turno se puso en marcha el 3 de junio entre las 14 y las 22 horas. Desde entonces, Volkswagen Navarra ha completado un programa productivo diario de 1.054 coches, de los que, aproximadamente, el 55% han sido T-Cross y el 45% restante, Polo.
El anuncio de Volkswagen confirma el ruido que se sentía desde hace semanas aguas arriba en el sector de la automoción. Las cifras de pedidos para el otoño no son malas y, si bien al principio parecían responder a intento de incrementar los stock, en estos momentos reflejan ya cierta recuperación de la demanda. En Navarra, por ejemplo, dos de las empresas de componentes más grandes (Mapsa y KYB) ya han dejado atrás sus ERTE, pese a que la incertidumbre se refleja en “que los pedidos llegan a última hora”, explicaban desde la planta de la multinacional japonesa. Una vez que concluya sus vacaciones, el 31 de agosto toda su plantilla volverá a trabajar.
Sin más descanso. Según explicó ayer la sección sindical de ELA. La dirección rechazó la petición sindical de ampliar el descanso ante el mayor cansancio que ocasiona trabajar con las mascarillas. “No lo ven viable por los problemas de liquidez”.
Teletrabajo hasta el 30 de septiembre. La dirección señaló que se alarga esta medida de conciliación y que se está a la espera de que se legisle sobre esta materia.
Cantina cerrada. Mientras no se reabra se mantienen los bocadillos y la comida para llevar.
Alfredo Morales señaló que “esto es también producto del trabajo que toda la plantilla hacemos día a día, y de que se confirma que somos una planta segura, una planta fiable y que en momentos como estos se fijan en nosotros también para estos volúmenes de producción”.
El ID4, ya en producción. Volkswagen ha iniciado la fabricación en serie de su primer todocamino eléctrico, el ID.4 en su planta alemana de Zwickau.