- La consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, sostuvo ayer en el Parlamento que las políticas activas de empleo en Navarra deben dirigirse a las personas más vulnerables, jóvenes, mujeres y extranjeros, colectivos con mas dificultades para acceder a un trabajo.

Según Maeztu, para frenar el paro y favorecer la empleabilidad se han puesto medidas como un plan de choque en el Servicio Navarro de Empleo, “proactivo” en esta crisis, con un presupuesto de 3,5 millones, dos de ellos para políticas formativas que faciliten competencias y digitalización. También se ha puesto en marcha un plan estratégico, otro de evaluación de las políticas de empleo y está en proceso uno más para la transformación del modelo de orientación para primar la calidad y el liderazgo público.

Tras reconocer que la pandemia ha tenido un fuerte impacto en términos de empleo, un 25,4% de desempleados más que en agosto de 2019 (7.887 personas) y un 0,98% afiliados menos a la Seguridad Social (2.800), la consejera puso en valor la cobertura que da la renta garantizada a miles de familias y las prestaciones aprobadas durante la crisis que han dado protección a 51.000 personas.

Alertó, además del aumento del paro entre los jóvenes, las mujeres y las personas migrantes, los principales sectores con contratos precarios por una temporalidad que favorece el desempleo en periodos de crisis. Sin embargo, Maeztu arrojó alguna luz al recordar que son positivos los últimos datos en paro con un descenso de más de mil personas en agosto, como con un “fuerte incremento” de la afiliación a la Seguridad Social y un descenso del 10,5% de la temporalidad.

La consejera subrayó que Navarra es la tercera comunidad que menos destrucción de empleo ha tenido y aseguró que hay un marco “estable y fluido de diálogo” en el seno del consejo de diálogo social, y manifestó que se trabaja para poder tener actualizado a final de año el diagnóstico para un nuevo plan de empleo.