- El Gobierno incluirá la segunda fase del Canal de Navarra para llevar agua a la Ribera entre los proyectos estratégicos para optar a las ayudas del Fondo de Reconstrucción Europeo, aprobado este verano tras la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus. La presidenta María Chivite adelantó el miércoles en la Comisión de Régimen Foral que iban a incorporar esta infraestructura, junto a otras iniciativas como el Centro de Inteligencia Artificial o el Plan de Digitalización, etc.

En julio, el Consejo Europeo aprobó el programa de recuperación Next Generation EU (NGEU), dotado con un fondo financiero de 750.000 millones, repartido entre 360.000 millones en préstamos disponibles a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), y 390.000 millones en ayudas no reembolsables (a fondo perdido). Con este presupuesto la UE busca facilitar que los sectores público y privado impulsen el reto de trans-formar las economías europeas en dos direcciones: la transición ecológica y la digitalización. España recibirá 72.700 millones en ayudas a fondo perdido, de los que la Comunidad Foral podría obtener entre 427 y 850 millones para invertir en proyectos que fomenten la transición ecológica y la digitalización enmarcados en el Plan Reactivar, además de potenciar la recuperación de la economía tras el impacto del virus en apenas unos meses. El Ejecutivo de Chivite defiende que el Canal encaja en "el modelo verde y sostenible de Europa". El departamento de Cohesión Territorial, dirigido por Bernardo Ciriza, confirmó que "el proyecto de la segunda fase del Canal para suministrar agua de calidad a la Ribera para consumo humano, de riego e industrial es susceptible de recibir ayudas del Fondo de Reconstrucción". El Consejo Europeo ha recomendado a España "centrar inversiones, por ejemplo, en la gestión de recursos hídricos", destacaron desde este departamento.

En este contexto, la consejería de Ciriza sostiene que "esta infraestructura se convierte en una inversión clave para el crecimiento económico; para la generación de empleo en el sector agroalimentario, esencial en la Ribera; y para mitigar los posibles efectos del cambio climático, como el descenso de las precipitaciones".

La historia del Canal siempre está asociada a los retrasos en su construcción por motivos muy variados. Entre los últimos, la inestabilidad gubernamental en el Estado que tuvo que convocar dos elecciones generales para que el socialista Pedro Sánchez formara un ejecutivo de coalición con Unidas Podemos a principios de año. Tras la constitución del nuevo Gobierno, Juana Lázaro dejó en enero la presidencia de Canasa, la sociedad gestora del Canal, compuesta en un 60% por el Estado y en un 40% por Navarra. Ahora Miguel González Suela, subsecretario para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, asumirá el cargo, un nombramiento necesario para seguir avanzando en la solución constructiva para el Canal que llevará agua a la Ribera. A esto se añade que en marzo explotó la pandemia del coronavirus y paralizó de manera drástica gran parte de la actividad económica, una situación que también evitó avanzar en el proyecto. En diciembre de 2019 todavía no se había elegido la solución técnica para la segunda fase del Canal: tuberías en dos fases, doble tubería o una sola tubería, todas ellas soterradas. Siempre ha habido discusión entre el Estado y Navarra sobre quién asume la financiación. Las tuberías en dos fases cuestan 162,1 millones; la doble tubería a la vez, 158,53 millones, y una sola tubería 143 millones. En cada caso, las administraciones públicas asumen la mitad de la inversión; y el resto, entidades locales y regantes.

El debate sobre esta financiación no se había tratado todavía, ya que la covid llegó sin decidir la alternativa para la segunda fase. Pero, tras las consecuencias económicas del coronavirus, la UE ha aprobado un Plan de Reconstrucción con ayudas a fondo perdido, de las que el Gobierno foral va a intentar que se beneficie el Canal.

La Comunidad General de Regantes, otro de los actores de esta infraestructura, ha cambiado de rostro en la presidencia. A finales de junio, Félix Chueca Guindulain, tras ostentar el cargo desde 2011, cedió el puesto a Germán Jaurrieta Galdiano, representante del sector VII-Beire y hasta ese momento vicepresidente.