- "Es un sinsentido, una locura y un despropósito", con estas palabras del alcalde de Castejón, David Yanguas, se describía la sensación general de ayer para una empresa que hace justo dos años (25-9-2018) cerraba un acuerdo con el Gobierno de Navarra, el Consistorio y unos vecinos para poner fin a un problema judicial que coleaba desde 2007. "Ese es el despropósito, invierte en infraestructuras, en resolver problemas que no son baratos, ni han costado poco tiempo y cierran. Es surrealista y nos hace pensar que puede ser una estrategia empresarial para negociar otras cuestiones en las matrices y eso no se puede permitir". El 25 de septiembre de 2018 se puso fin a un conflicto que se inició en 2007 y que el Supremo ratificó en sentencia firme declarando ilegal la vía de salida que tenía Trenasa hacia la estación y que se había realizado de forma irregular junto a unas viviendas y que contó con el visto bueno del Gobierno de UPN. La solución fue que el Ejecutivo foral, a través de Nasuvinsa, compró una parcela de 163.000 euros y la cedió a Trenasa. Un dinero que ahora se pierde. Entonces se dijo que en 2019 se preveía "atender pedidos de Nueva Zelanda y Filipinas".

Hay que recordar, además, que en el año 2018, la empresa pública Adif puso en servicio unos cuatro kilómetros de la vía férrea entre Castejón y Cintruénigo con el único objetivo de probar vagones recién construidos, todo evidenciaba que por Trenasa, un gasto que ahora, de nuevo, quedará sin servicio y olvidado.