- Josecho Vélaz, presidente del COAVN en Navarra, pide al Gobierno de Navarra que sea ambicioso y que aproveche la llegada de fondos europeos para optar a ayudas que permiten la regeneración no solo de edificios, sino de barrios enteros.

¿Qué propuesta han hecho al Gobierno de Navarra?

-Las actuaciones sobre las fachadas están bien, porque se ayuda a eliminar la pobreza energética, se reducen las emisiones y ahora mismo tenemos barrio enteros, como el Segundo Ensanche o la Chantrea, sin apenas aislamiento. Son actuaciones necesarias, pero planteamos que, ya que van a venir ayudas europeas, avancemos en uno de los objetivos de desarrollo sostenibles, que es la consecución de ciudades más sostenibles. Quizá sea el momento de acometer iniciativas no solo de mera rehabilitación, sino de regeneración urbana. Pero para ello es importante contar primer con la foto final de lo que se quiere conseguir, contar con quienes se supone que sabemos del tema e ir avanzando poco a poco.

¿En qué consistirían estas actuaciones de regeneración urbana?

- Hay ejemplos por todo el mundo de actuaciones más ambiciosas que acaban haciendo ciudad. El High Line de Nueva York es un ejemplo emblemático de aprovechamiento de una antigua vía de tren. Pero hay ejemplos cercanos. Por ejemplo, Bilbao. Solemos pensar solo en el Guggenheim, pero se trata de algo mucho más ambicioso y que en estos momentos continúa con el proyecto Zorotzaurre. Estas iniciativas afectan de manera positiva mucho más a la economía de la ciudad, así que le hemos propuesto al Gobierno que apunte alto, que sea valiente y aborde proyectos que son muy costosos económicamente y que quizá ahora con apoyo europeo es posible llevar a cabo.

¿En qué zonas de Pamplona se podía actuar por ejemplo de forma integral?

- La Milagrosa sería un ejemplo, porque se creó a raíz de los caminos que ya había y no tiene ni dotaciones ni aparcamientos. Ahí podemos limitarnos a arreglar fachadas, pero si hay dinero a lo mejor hay que meterle un hachazo al barrio, realojando a vecinos durante un tiempo, incluso años. Y de ese modo abrir un boulevard y mejorar su accesibilidad. Es increíble que esté al lado del centro y exista una frontera. Para solucionarlo es necesario acometer una actuación gorda, que no es posible abordar solo con los recursos municipales y regionales. Justo al lado, en Santa María la Real, tenemos un barrio que está muy bien, con viviendas buenas. Pero entre las casas hay espacios y zonas verdes que acabaron siendo residuales. En las bajeras no hay comercio y es una pena. Hay que intentar dotar de actividad a las plantas bajas, con un mix, por ejemplo, de viviendas en bajos y otras dotaciones. Pero son propuestas ambiciosas que tienen que tener un plan global detrás. La suma de partes no siempre termina por hacer algo bueno.

Los locales vacíos parecen un problema ya permanente incluso en barrios céntricos.

-El problema es mucho más complejo, claro, con la desaparición del pequeño comercio cuando se pusieron de moda los centros comerciales. Quizá la pandemia nos haga repensar algunas cosas y sea más agradable bajar a la pescadería de debajo de casa que meterse a un hipermercado con cantidad de gente...

El coste de estas actuaciones es en cualquier caso muy alto....

-Sí, pero no es tirar el dinero. Si un barrio lo reactivas económicamente eso acaba repercutiendo en otros aspectos de la economía. Se genera toda una economía en torno a ello. Además, es un dinero que se mueve muy rápido, que afecta a cantidad de gremios.

Desde la crisis de 2008, el sector no termina de sacudirse cierto estigma...

-Eran otros tiempos, pero la realidad mucha gente tuvo culpa. ¿Cuánta gente compró viviendas solo para revender antes incluso de escriturar porque subían los precios? Creo que es necesario eliminar ese estigma. La mayor parte de las actuaciones en este sector son honradísimas y afecta a muchísima gente, a gremios muy variados.

Hay estudios que apuntan que la rehabilitación puede crear hasta 400.000 empleos en España. ¿Tiene la rehabilitación tanto potencial de creación de empleo ?

-Bueno,...El sector de la construcción tiene una excesiva variabilidad en sus cifras de ocupación y la gente entra y sale del sector con demasiada frecuencia. La rehabilitación emplea una mano de obra que tiene que ser un poco más específica, con más conocimiento e incluso mejor formada. La cadena del dinero es además muy amplia y afecta incluso al informático o el programador que realiza el cálculo energético y térmico del edificio, al desarrollo de los nuevos materiales, los revestimientos.... Es muy amplio. En este sector parece que el dinero se lo quedan cuatro y esto no es así...

"La rehabilitación puede aportar una mayor estabilidad a las cifras de empleo del sector, con mano de obra cualificada"

"Para abordar estos proyectos de regeneración hay que tener un objetivo final claro e ir actuando después poco a poco"