on el invierno llega la temporada alta para Smart Comfort, la empresa fundada hace casi cuatro años por Aida Loperena y Gabriel Viscarret. Bajan las temperaturas, se hace necesario proporcionar calor a espacios interiores de todo tipo y, este año, hay que hacerlo con buena parte de las ventanas abiertas. El virus surgido en Wuhan (China) se contagia mediante aerosoles y la ventilación frecuente parece de momento el único modo de renovar el aire.

"El problema de abrir una ventana -explica Aida Loperena- es que el aire caliente se escapa por ella, de tal manera que estás gastando en calefacción y tienes a la gente helada de frío". La tecnología que emplea la empresa navarra, que ha recibido diferentes galardones por su aplicación en naves de ganadería avícola, salva esta dificultad. La firma diseña y fabrica calefactores de infrarrojo lejano, más eficientes que los sistemas convencionales. Además, ha creado su propio software de gestión, que mejora la eficiencia y permite controlar el consumo y el funcionamiento del calefactor.

"La mayoría de los sistemas de calefacción -explica Loperena- son sistemas por convección. Calientan el aire y ese aire calienta una estancia. Todos esos sistemas hacen que tú te calientes porque el aire está caliente, cuando la naturaleza lo hace al revés. El sol calienta los cuerpos, la tierra entre ellos, y no calienta el aire. Funciona por radiación, calentando la tierra. Y el aire, en contacto con la tierra, se calienta".

El infrarrojo lejano funciona precisamente de este modo. Diseñados para emitir la máxima cantidad de infrarrojo, los calefactores lanzan una onda larga, "que es la más beneficiosa para los seres vivos", explica Loperena. Esa onda calienta en el momento en que choca con un objeto, bien sea con la piel de una persona o con el suelo. En el momento en que toca un cuerpo nuevo, ese cuerpo absorbe el calor. Loperena explica de forma gráfica la sensación que proporciona este tipo de tecnología aplicada a las calefacciones. "Imaginemos una terraza en pleno invierno, donde te está dando el sol y hay veces que te quitas hasta el abrigo. Y puede que midas la temperatura del aire y haya ocho grados, una temperatura que dentro de casa no te deja estar quieto... Esa sensación de calorcito que se siente es la que se percibe con el infrarrojo".

Loperena, ingeniera técnica en industrias alimentarias, conoce el trabajó durante años en diferentes empresas de construcción e instalando sistemas de calefacción. Fue de este modo como descubrió que existía un nicho de negocio. "Muchas veces no se trabaja con el foco puesto en el confort de las personas. Hay calefacción, pero no se han preocupado de que esa calefacción proporcione confort a las personas. Ahí vimos que había un hueco. Y empezamos a indagar y a probar. Para nosotros ha sido muy importante validar todo lo que hacíamos y esa es una fase que está ya más que superada con unos resultados muy buenos".

Durante este tiempo, la empresa se ha financiado con sus propias ventas y gracias a los créditos que ha recibido de Caja Rural de Navarra y de CaixaBank, avalados en parte por Elkargi y Sonagar. Y a partir de ahora las previsiones de crecimiento son "exponenciales", explica Loperena, que recuerda que su empresa, que opera bajo dos marcas diferentes (Nawattia y Avir, esta última para el sector ganadero), acumula ya una importante experiencia instalando sistemas de calefacción por infrarrojo. "Lo hicimos en el Mercado de Santo Domingo, por ejemplo, que es un recinto grande y con su complejidad, y creo que el resultado fue muy bueno. Hemos trabajado también en la línea de producción e Maier en Ultzama y ahora mismo acabamos de instalar nuestros calefactores en una iglesia evangélica en la avenida de Zaragoza, en un local de unos 2.000 metros".

Smart Comfort cuenta así con siete personas en plantilla, confía en hacerla crecer a lo largo de los próximos meses, y cuenta con su propia nave de fabricación en las instalaciones de Cein, en Noáin. Se trata en realidad de un proceso de ensamblaje; la empresa diseña las piezas, encarga su fabricación a proveedores especializados -la mayor parte navarros y de la Comunidad Autónoma Vasca- y las monta en la nave.

Estas son semanas de intensa actividad comercial, especialmente con colegios y residencias, dos instalaciones críticas en invierno y en mitad de una epidemia. Y también de trabajar en un proyecto conjunto con InBiot, una empresa navarra que mejora la calidad del aire en espacios interiores. Su análisis determina el grado de ventilación necesario, que se conjuga con el calor que proporciona Smart Comfort. "En Navarra -dice Loperena- hay mucho talento que incentivar, promover y apoyar. Estamos muy a favor de la colaboración entre empresas".

"A diferencia de otros sistemas de calefacción, el nuestro pone el foco en el confort de las personas"

Fundadora de Smart Comfort