La segunda ola ha perjudicado nuevamente al empleo y las empresas han tenido que recurrir a los expedientes de regulación de empleo de suspensión temporal de contratos (ERTE) para evitar despidos.

En noviembre han vuelto a dispararse los ERTE, después de que los empleados fueran reincorporándose a sus puestos de trabajo desde junio con la instauración de “la nueva normalidad”, que calificó el presidente Pedro Sánchez.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones contabilizó 2.567 ERTE en el penúltimo mes del año en la Comunidad Foral, con la regulación de 10.891 trabajadores y trabajadoras.

Estos datos significan que en tan solo el pasado mes se presentaron ante la Autoridad Laboral 1.574 nuevos ERTE, con 7.534 asalariados y asalariadas más afectadas por esta regulación, principalmente en el sector servicios que ha padecido las medidas implantadas por la Administración para frenar el avance de la pandemia.

Las empresas han utilizado la tipología de expedientes acordada entre el Estado, la patronal y los sindicatos UGT y CCOO en el último pacto rubricado para prolongar los expedientes de suspensión hasta el 31 de enero.

De esta forma, Navarra registró 1.574 ERTE, que se acogen a las tipologías de impedimento, limitación y las 42 actividades especialmente afectadas por la crisis derivada de la covid.

Los ERTE por causas técnicas, productivas, económicas y organizativas también crecieron en noviembre, al pasar de los 242 en octubre a los 291 el mes pasado, pero el número de trabajadores regulados disminuyó de 1.488 a 1.222. Esto se explica porque los nuevos ERTE que se han presentado corresponden a pequeños negocios, y otros expedientes que han dejado de aplicarse sumaban más ocupados en sus plantillas.

En cambio, han caído los ERTE por fuerza mayor, al pasar de los 1.205 en octubre a los 702 expedientes, con un descenso del personal regulado, de 3.356 en octubre a 2.136 en noviembre.