El dinero en metálico continúa siendo el principal método de pago en la eurozona, tanto por el número de transacciones como por el importe de las mismas, aunque se observa un cambio gradual en los hábitos de pago de los consumidores hacia el pago con tarjeta, que la pandemia de covid-19 ha acelerado. Así lo señala un estudio del Banco Central Europeo (BCE), que señala a España como el segundo país del euro donde mayor peso tiene el efectivo, con un 66% de transacciones en metálico, por debajo solo del 73% de Chipre.

En 2019, los adultos de la zona del euro utilizaron efectivo para el 73% de los pagos, que sumaron hasta 160.000 millones de transacciones, cuyo importe ascendió a 4,08 billones de euros, el 48% del total. De este modo, en ambos casos, se registró una disminución del uso del efectivo en comparación con la anterior encuesta del BCE, en 2016.