Decenas de transportistas de empresas navarras han estado retenidos en Reino Unido después de que Francia cerrara el domingo las fronteras por tierra, mar y aire por la nueva cepa de la covid detectada en las Islas. Esta restricción se ha levantado este miércoles 23 y los transportistas afectados han iniciado el viaje de regreso, en el que se someterán a una PCR antes de salir de allá por el Eurotúnel o ferri.

El retorno no será sencillo, ya que miles de conductores con sus camiones ocupan kilómetros de carretera a la espera de que el personal sanitario les haga las pruebas para descartar que estén infectados por el coronavirus.

La Asociación Navarra de Empresarios del Transporte por Carretera y Logística (Anet) calcula que decenas de conductores soportan actualmente esta situación; no sucede lo mismo con autónomos de Tradisna o Hiru, ya que ambas organizaciones han manifestado que no les consta que alguno de sus integrantes residentes en la Comunidad estén cubriendo ahora rutas en Reino Unido.

Kostadin Nedelchev, de 37 años y trabajador de Vicarli, llegó a Reino Unido el sábado para descargar un remolque de bobinas de papel para su transformación en artículos de higiene; y Antonio Feligreras, de 49 años y empleado de Transportes Oteiza, entró a las Islas el domingo a eso de las 23.00 horas, con un viaje de brócoli de Ribaforada para Maston.

"PASARÉ LA NOCHEBUENA EN EL CAMIÓN, CON VIDEOLLAMADA"

"PASARÉ LA NOCHEBUENA EN EL CAMIÓN, CON VIDEOLLAMADA"

Antonio, que vive en Pamplona con su pareja y una hija, ha dejado en la mañana de este miércoles 23 el parking en el que ha pasado "las últimas 45 horas" con unos 50 transportistas más de diferentes nacionalidades.

"Había otros dos españoles y en cuanto nos han comunicado que reabrían la frontera, hemos dejado esta área de servicio para intentar llegar a la autopista", explica.

En esta zonas habilitadas para transportistas deben pagar 22 euros diarios por ocupar una plaza. Disponen de restaurante, pero debido al coronavirus no sirven comidas, y únicamente pueden usar el aseo y el servicio de ducha.

Camión que conduce Antonio Feligreras, junto al resto de vehículos en una carretera comarcal.

"Desde el inicio de la pandemia, llevo un hornillo y latas de conserva en el camión. Pero las existencias se me han ido acabando, y la única manera de obtener más víveres ha sido ir caminando durante unos 25 minutos hasta un supermercado próximo", cuenta este conductor de la empresa Oteiza desde 1996.

En la mañana del miércoles, a las 11.00 horas se ha incorporado a la carretera para acceder a la autopista que le lleve al Eurotúnel o al puerto de Dover.

"No sé cómo volveré. Me ha costado cubrir los primeros seis kilómetros en la carretera comarcal seis horas", confiesa Antonio desde la localidad de Lympne (Ashford) en el condado de Kent.

"Sin este contratiempo tendría que haber estado ya en Pamplona de vacaciones. Mi mujer está angustiada. La Nochebuena la pasaré en el camión, con videollamada a la familia. Además este año con las restricciones por el coronavirus íbamos a pasar la noche los tres solos en casa", narra Antonio, que prevé que esta pesadilla se alargue unos cuantos días más, y pronostica que hasta la próxima semana no volverá a Pamplona.

Antonio remarca que "la gente está perdiendo los nervios" y que esta mañana un transportista ha invadido el carril contrario "desesperado por querer salir de este atasco".

Este transportista recuerda que todo ha quedado en un susto, con la presencia de autoridades pero que muestra el nivel de malestar que está soportando este colectivo. "Esto es un caos", califica Antonio.

"NADIE ME PREGUNTA SI TENGO PARA COMER O BEBER"

"NADIE ME PREGUNTA SI TENGO PARA COMER O BEBER"

Kostadin Nedelchev, de 37 años, trabaja en Vicarli desde 2012.

Kostadin Nedelchev, de 37 años, ha cargado esta mañana alimentos no perecederos cerca de Manchester, antes de regresar. "Conduciré unas horas hasta Londres y allí me voy a quedar por ahora, ya que me han comentado que la carretera para acceder al puerto está colapsada y no me quiero quedar atrapado en un atasco de 60 o 70 kilómetros", detalla este búlgaro, residente en Villava con su pareja. "Desde el domingo nadie me ha preguntado si tengo para comer o beber. Además si no aparcas bien, la policía te multa", manifiesta este conductor que vino a España en 2007 y comenzó a trabajar en Vicarli en 2012.

Cuando inició este viaje, Kostadin había previsto retornar a Navarra entre el miércoles por la noche y el jueves por la mañana para Nochebuena, pero todos los planes se truncaron. "No me imaginaba que iba a pasar las fiestas de esta manera. Apenas me queda comida, tengo algo de pan del viernes y como no conozco la zona, no sé dónde puedo ir a comprar. Con un camión no puedo moverme como quiero. ¿Qué hago, cojo un taxi?", señala entre interrogantes.

Kostadin embarcó en Calais (Francia) hasta Dover, pero ahora la empresa está consultando la posibilidad de otras rutas, por ejemplo un enlace con Santander. A este conductor le surgen muchas dudas sobre la prueba PCR. "Si me sale positivo, ¿a dónde iré?", se preguntaba, al mismo tiempo que anhela que ese test salga negativo y pueda celebrar en Villava la Nochevieja. "No sé, pero espero que así sea", desea.

Camión que conduce Kostadin Nedelchev.