Los pensionistas navarros integrados en las organizaciones Amona, Oneka, Pentsionistak Martxan y Sasoia se han manifestado este lunes en Pamplona y han defendido que "el sistema público de pensiones es sostenible".

Encabezados por una pancarta en la que se leía en castellano y euskera "Pensión mínima 1.080 euros. Residencias y servicios públicos y dignos. Revisión del IPC real", la marcha ha comenzado en la plaza Consistorial y ha concluido junto a la delegación del Gobierno en Navarra, en la plaza de Merindades.

Los convocantes han recordado, en el tercer aniversario de sus marchas generales en defensa de pensiones públicas que "la reforma de pensiones de 2011 y 2013" sigue vigente, a pesar de sus reivindicaciones para eliminarla.

Han apuntado que "aunque se ha ganado alguna batalla, las promesas de garantizar un sistema público de pensiones no se están cumpliendo" al tiempo que han denunciado que se lleve el sistema de pensiones de trabajadores a planes privados de empresa.

Estos planes, han considerado en declaraciones a la prensa, "no van a compensar la merma que va a suponer el recorte planteado con la propuesta de tomar como referencia 35 años de cotización".

En el texto que han leído al finalizar su manifestación han apuntado que "el ataque a las pensiones es parte del ataque a las condiciones de vida y trabajo".

Han lamentado que según las últimas noticias en materia de pensiones se esté planteando "recortar pensiones a rentas bajas y subirlas, hasta en un 4%, a las rentas más altas".

También han denunciado "la injusta distribución de la riqueza y el carácter depredador de un sistema económico cuyo centro no son las personas sino los intereses del capital".

Por último, han señalado que seguirán movilizándose "como hasta ahora", han llamado a sindicatos y partidos de izquierda a "oponerse activamente a los recortes" y han anunciado una nueva movilización general para el mes de febrero.