2020 dejó, como estaba previsto, el mayor hundimiento económico desde la Guerra Civil. El PIB de Navarra retrocedió un 8,3% el año pasado, lo que supone una pérdida de unos 1.700 millones de euros, y dejó buenas y malas señales en el último trimestre. La curva de la recuperación se detuvo pero, al menos, el crecimiento continuó con suavidad , alejando el fantasma de una nueva recesión.

Entre octubre y diciembre el PIB de Navarra avanzó tres décimas, una menos que la media española. Es el primer trimestre de la crisis en el que la economía navarra tiene un desempeño pero que el resto. Y no fue casualidad. La segunda ola golpeó a Navarra con mucha dureza y las restricciones del mes de noviembre, que clausuraron la hostelería, se dejaron sentir en la cifra de negocios del sector servicios.

En España la caída fue todavía superior (-11%), como consecuencia de la mayor dependencia del turismo y del menor peso de la industria, verdadero salvavidas para miles de personas durante esta crisis.

Este desempeño negativo no se vio compensando por la recuperación de la industria, con algunas síntomas ya de flaqueza procedentes del impacto de la epidemia en Europa, y de la construcción, un sector que se ha comportado con vigor en 2020. Y de ese modo, Navarra terminó el último trimestre cayendo todavía un 5,9% en términos anuales.

De hecho, según explica Nastat en sus datos preliminares, el consumo de los hogares, verdadero motor de la economía, mantuvo todavía un tono positivo en el último trimestre del año y ayudó a que la economía siguiera creciendo, si bien levemente.

En diciembre, una vez levantadas buena parte de las restricciones, incluso el Índice de Comercio al por Menor, una vez descontados los efectos del calendario, registró un ascenso del 0,6%, que deja la caída media del año en el 6,1%. Este descenso es inferior a la media española (6,8%), si bien en el conjunto de las comunidades el dato de diciembre fue sensiblemente mejor: +1,5%.

Meses difíciles por delante, pero un 6,5% de crecimiento en 2021

Elma Saiz, consejera de Economía y Hacienda, ha lanzado pese a todo un mensaje de cierto optimismo, al considerar que la econía crecerá un 6,5% este año. Aunque la tercera ola de la pandemia "va a ralentizar la recuperación prevista para esta primera parte del año", se cuenta con un "instrumento fundamental", la vacuna, lo que unido a los avances en los tratamientos, permiten mirar al 2021 como un "año de recuperación", ha apuntado.

Por delante, ha reconocido, tenemos "meses muy difíciles" pero también una "oportunidad única para asentar las bases de una economías más moderna, equilibrada y sostenible y de hacer de Navarra una región más competitiva y avanzada".