El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) subió en 76.216 desempleados en enero (+1,8%), su menor alza en este mes desde el año 2018, cuando se incrementó en 63.747 personas, según datos publicados este martes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.

Con este repunte del desempleo, el cuarto consecutivo tras el de los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2020, el volumen total de parados alcanzó al finalizar el primer mes del año la cifra de 3.964.353 desempleados, lo que supone 710.500 desempleados más que un año antes (+21,8%).

El Ministerio ha destacado que, pese a coincidir con un "momento delicado" de la crisis sanitaria y con medidas restrictivas de la actividad económica, el aumento del paro en enero es un 15,5% inferior al del mismo mes 2020, cuando subió en algo más de 90.000 personas. También es inferior al repunte registrado en enero de 2019, que superó los 83.000 desempleados.

De acuerdo con la serie histórica, que arranca en el año 1997, el paro ha subido en todos los meses de enero sin excepción. Su mayor alza en este mes se produjo en 2009, con caso 200.000 parados más. La de enero de este año es, según Trabajo, la cuarta menor subida del paro desde 2008.

El dato de paro de enero, al igual que ocurrió en los meses anteriores, no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un ERTE, ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados.

En términos desestacionalizados, el paro registrado bajó en enero en 17.544 personas, mientras que en el último año el desempleo acumula un aumento de 710.500 personas, lo que supone un 21,8% más.

En enero se registraron 1.302.429 contratos, un 26,2% menos que en igual mes de 2020, de los que 124.191 fueron indefinidos, el 9,5% del total y un 30,6% menos que en enero del año pasado.

Trabajo ha informado además de que el gasto en prestaciones alcanzó los 2.472 millones de euros en el mes de diciembre, de los que 768 millones correspondieron a prestaciones para trabajadores en ERTE.