Miasa intentará buscar un inversor que quiera adquirir la unidad de negocio de Landaben, actualmente en fase de liquidación, informaron fuentes consultadas por este periódico.
La dirección y la administración concursal trabajarán por lograr vender la planta y de esta manera "salvar el máximo número de puestos de trabajo".
Al mismo tiempo, Mecanizados Industria Auxiliar (Miasa), dedicada a la fundición y mecanizado de piezas para el automóvil, presentará próximamente un expediente de extinción para despedir a sus cerca de cien empleados y empleadas. La plantilla tendrá que acudir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para recibir sus indemnizaciones.
EL ERE Y LA BÚSQUEDA DE INVERSOR COINCIDEN EN EL TIEMPO
EL ERE Y LA BÚSQUEDA DE INVERSOR COINCIDEN EN EL TIEMPO
En cualquier liquidación coinciden en el tiempo la extinción de los contratos por el cese de negocio, y la posibilidad de conseguir que un inversor apueste por esta actividad, con un número determinado de puestos de trabajo, que pueden coincidir con los actuales, o por el contrario disminuir esa cifra de empleos. No resulta sencillo, pero así ocurrió con la fábrica de Koxka, también en Landaben, que salió a flote con antiguos trabajadores y trabajadoras tras un complicado concurso de acreedores.
La planta de automoción, ubicada en Landaben y con más de 52 años de trayectoria, se esforzará por vender la unidad de negocio para que continúe la actividad, pero si esta alternativa fracasa, se pasará a ofrecer la venta de la maquinaria por lotes.
SIGUE LA ACTIVIDAD EN MIASA
SIGUE LA ACTIVIDAD EN MIASA
Miasa continúa trabajando para suministrar a sus clientes, han confirmado estas mismas fuentes. "Si quieres intentar vender un negocio, debe seguir activo", han recalcado.
La plantilla de esta factoría navarra inició una huelga indefinida a finales de enero en la sección de taller, una movilización que según fuentes de la empresa ha propiciado esta situación. "Ahora se procederá a la disolución de la mercantil", han aclarado.
La parte social intentó negociar un nuevo pacto de empresa, en el que estaban dispuestos a rebajarse un 15% el salario y aceptar despidos, habían apuntado fuentes sindicales. Pero finalmente no se llegó a ningún acuerdo.