El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ayer en Madrid, en la asamblea de la patronal de las pymes. Foto: Efe

- El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva, denunció ayer que el marco económico empresarial de la España de las próximas décadas se está definiendo hoy, “más o menos veladamente” y “sin los necesarios consensos que tan importantes decisiones merecen”.

En este sentido, Cuerva trasladó el rechazo de la organización empresarial y pidió “cautela” en la adopción de contrarreformas y medidas -como la reforma laboral, la subida del SMI o el incremento fiscal que pretende abordar el Gobierno español- que, en su opinión “no so n buenas” y el país no puede permitírselas en este momento.

En el transcurso de la Asamblea General Ordinaria de la organización, Cuerva reclamó “certidumbre, estabilidad y cautela” a la hora de tomar decisiones “que pueden dañar” la recuperación y destacó especialmente que la “agenda reformista, o contrarreformista” del Gobierno español impugna el modelo económico actual que rige España.

En su intervención, Cuerva hizo un llamamiento a la unidad como única respuesta empresarial, argumentando que en los momentos de incertidumbre es necesario ser responsable y huir de intereses partidistas y cortoplacistas que provoquen un deterioro institucional y de las organizaciones empresariales. “No concibo otra manera de enfrentarnos a nuestros desafíos, como empresarios y como país, que hacerlo juntos, unidos. Es la unidad la que nos hace, sin duda, más sólidos”, destacó.

Gerardo Cuerva reiteró la importancia de la unidad “para hacer de España un país competitivo, algo imprescindible para que las pymes” puedan crecer y crear empleo. Asimismo, destacó también que es esencial para ello tanto la solidez institucional como el imperio de la ley.

Durante el discurso de cierre de la Asamblea, el presidente de Cepyme señaló el papel desempeñado por las pymes en estos dieciséis meses de crisis derivada de la pandemia y reclamó mayor eficiencia y agilidad en las ayudas, “que se han aprobado tarde y no están llegando a las empresas, además de ser insuficientes”.

En los últimos 16 meses se ha demostrado, según Cuerva, hasta qué punto la burocracia y la diferencia entre autonomías ha supuesto un freno para las soluciones adoptadas contra la pandemia y hasta qué punto los países que habían seguido la ortodoxia económica han sido los que mejor han ayudado a sus empresas a afrontar la crisis.

En este sentido, remarcó que para afrontar la covid, el Estado ha necesitado herramientas que “afortunadamente” estaban en la legislación laboral, al tiempo que se ha demostrado que los instrumentos de flexibilidad van a seguir siendo imprescindibles para que las pequeñas y medianas empresas recuperen sus niveles de empleo.

Además, el presidente de Cepyme defendió que los fondos de recuperación deben llegar hasta el último rincón de España y deben permitir modernizar el tejido empresarial.

Problemas de solvencia. El presidente de la CEOE, el empresario vasco Antonio Garamendi, ha advertido de que las empresas están “muy tocadas” y tienen “problemas de solvencia”, especialmente las pymes, y ha pedido al Gobierno español que impulse medidas que generen un clima propicio de negocio, con la prioridad de crear y sostener el empleo. Garamendi ha hecho hincapié en su intervención en la Asamblea General de Cepyme, en las medidas de apoyo a las empresas, sobre todo a los sectores más afectados, y en las ayudas directas. En este sentido, ha pedido que las ayudas directas dispuestas por el Gobierno lleguen con toda la celeridad posible porque, según advirtió, hay un problema de solvencia.