La mejoría del empleo se mantiene en Navarra en la primera quincena de agosto, un periodo que suele resultar de cierta estabilidad y que en 2021 está confirmando un progresivo regreso a la normalidad. En la Comunidad Foral, a 13 de agosto, apenas un 0,9% de los afiliados totales a la Seguridad Social se mantenían regulados. Se trata del número más bajo entre todas las comunidades.

En total, en los dos últimos meses y medio han salido del ERTE alrededor de 3.000 trabajadores, con lo que actualmente serían apenas unos 2.600 los asalariados que aún no se han incorporado a su puesto de trabajo. Una parte relevantes de ellos se ubica en la hostelería, cuyas horas de trabajo se encuentran lejos de recuperar los niveles previos a la pandemia. El toque de queda, el cierre del ocio nocturno, así como las limitaciones de aforo, la suspensión de las fiestas patronales y el cierre de las barras han hecho que el sector siga trabajando este verano a un ritmo muy inferior a su potencial.

La normalización progresiva general de la actividad -la industria, a pesar de los problemas de abastecimiento, y la construcción trabajan ya a un ritmo superior al de hace dos años- ha permitido que el número de trabajadores regulados no deje de reducirse. En abril de 2020, en pleno encierro, el número de trabajadores en ERTE se acercó a los 65.000. Eran 32.000 a inicios del pasado verano; 15.000, a finales de septiembre; y alrededor de 7.000 en febrero de 2021, en el pico la tercera ola. Desde entonces, la reducción ha sido más lenta pero continua.

Mejoría intensa en España

En toda España, los datos de Seguridad Social constatan también un nuevo descenso de trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). En concreto, el número de personas en ERTE se situó a cierre del pasado viernes en un nuevo mínimo de 286.000 trabajadores, de los que 86.850 estaban suspendidos a tiempo parcial.

Así, si se descuentan los trabajadores con suspensión parcial de empleo, por primera vez menos de 200.000 personas se encuentran en suspensión total. Los 286.000 trabajadores que aún permanecían en ERTE con datos cerrados el 13 de agosto suponen casi 45.000 menos que en julio según la fecha de notificación, y 12.000 menos según la fecha de alta.

Las fechas de solicitud del ERTE y la de sus efectos pueden ser distintas debido a que existe una cierta disparidad entre la fecha de notificación y la fecha en la que produce efectos. Así, puede ocurrir que una empresa comunique a la Seguridad Social un ERTE para su plantilla en el mes de julio, aunque tenga efectos en una fecha anterior, por ejemplo en mayo. De cualquier modo, el Ministerio subraya que en ambos casos supone continuar con la senda de reducción de personas en ERTE de los últimos meses. Desde el pico de la tercera ola de la pandemia, en febrero, el número de trabajadores en ERTE ha bajado en más de 600.000 personas.