El Congreso de la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN) se encarga de asegurar una producción agraria ecológica y de calidad. Ahora, desde la UE, han puesto nuevos objetivos en materia de superficie agraria, mediante el Pacto Verde Europeo, y el CPAEN trabaja para cumplirlos.

¿Cuáles son sus objetivos en este nuevo cargo?

-Que haya más productores, agricultores y ganaderos ecológicos en Navarra. Que vayan aumentando tanto las hectáreas como las personas, que hagan la transición al agro ecológico. Y que la sociedad navarra aumente el consumo de productos locales y ecológicos.

¿Cómo se consigue esto?

-Por un lado, hay que hacer campañas de sensibilización y de fomento de la cultura de la ganadería ecológica, y por otro, intentaremos ayudar a la transición y estructuración del sector agrario en Navarra para que se insista en la transformación hacia el ecológico.

¿Hace falta mucho cambio en Navarra?

-Hace falta que más superficie agraria sea ecológica. Europa ha marcado para 2030 que el 25% de la superficie agraria sea ecológica y a día de hoy en Navarra estamos en el 6,5%. Aquí hay más territorio para utilizar, pero el porcentaje de ecológico sobre superficie agraria es demasiado pequeño. Hay comunidades como Valencia donde están ya en un 20 o 22% de superficie con agricultura ecológica. Por eso, tenemos un reto importante para ir cumpliendo los objetivos que nos van marcando. Además de los objetivos europeos, habrá que trabajar en ese fomento de agricultura ecológica porque es el futuro. El 2030 está aquí al lado y los que estarán ahí será la gente joven que está entrando ahora al sector. Por eso queremos que esas nuevas incorporaciones sean en agricultura ecológica. Asimismo, la gente que está en agricultura convencional también tiene que pasarse al ecológico. Intentaremos colaborar al máximo en ese sentido para llegar a los objetivos que pone Europa.

Ha pasado de ganadera a presidenta, ¿cómo se ha dado esto?

-Con más jaleo en la parte de pastora. Al fin y al cabo, hay que dedicarle más horas a la presidencia del CPAEN, y eso supone que sea complicado seguir con el trabajo de pastora y por consecuencia que recaiga más carga ganadera en el entorno familiar. Aun y todo, se puede compaginar, y yo creo que hay que hacerlo para conocer de verdad cómo es esto. Los diferentes productores deberíamos ir pasando por estos cargos de presidencia para ir conociéndolos. Aunque bueno, esto de la oficina solo es una parte. El resto sigo en casa elaborando los quesos y trabajando con las ovejas. Ahora me toca trabajar más a deshoras y de otra forma.

No se suelen ver muchas mujeres en este tipo de puestos.

-Es cierto que en las estructuras agrarias de Navarra como las cooperativas, los sindicatos o las denominaciones, no se visibilizan muchas mujeres, aunque haya varias trabajando en el sector. Es importante que se nos vea, porque siempre hemos estado ahí, trabajando en el campo, pero siempre en un segundo plano. Tendremos que ir estando en puestos de dirección para poder visibilizarnos. Porque, para la gente, parece que no hay mujeres en el campo. Tú piensas en un ganadero y te viene la imagen del tractor grande con un señor al lado. El oficio de pastor, en general, no es un oficio que tenga un gran reconocimiento social. Muchas veces se ha vendido como que era gente no preparada, gente que se quedaba en el pueblo porque no tenía otra alternativa. Pero a día de hoy yo creo que el que elige ser agricultor o ganadero sabe que es una opción de vida como otra cualquiera, es una profesión que la eliges.

¿En su caso fue elección o le vino de familia?

-No me vino de familia, yo lo elegí. Aunque tenga orígenes rurales, yo nací en Pamplona. Con treinta y pico años elegí ir a vivir a un pueblo, Iturgoien, y después de estar un tiempo allá decidí que mi economía tenía que buscármela, que mis fuentes de ingresos tenían que ser con los recursos que teníamos en el pueblo. Lo que hice fue ver de que forma me podía ganar la vida allá. Entendía, por mi filosofía de vida o por mi lógica propia, que si me había ido allá tenía que estar y trabajar allá. Si no, no tenía sentido, era más cómodo vivir en Pamplona.

¿Desde CPAEN apoyáis las iniciativas locales a favor de lo ecológico?

-Sí, valoramos las iniciativas positivamente. Por ejemplo, la iniciativa Errigora, que es un proyecto de soberanía alimentaria de producto navarro y que poco a poco está apostando por que todo el producto sea ecológico. Se dedica a la venta cercana, es producto local con venta en cercanía y une al productor con el consumidor. Ese es uno de nuestros objetivos principales: que no haya intermediarios y que el valor recaiga en el productor. Hoy en día hay también un consumidor muy sensible al consumo local y a valorar nuestra cultura. Se da la unión de la tierra y las tradiciones. Hay que cuidar de nuestro patrimonio, tanto del natural del campo medioambiental como el cultural y el lingüístico. Yo creo que tienen que ir unidos. Nosotros apostamos por el desarrollo de nuestra comunidad de una manera sostenible.

¿Cómo conseguís que no haya intermediarios entre productor y consumidor y a su vez entregar la comida en todo el territorio?

-Ayudándonos mutuamente con otras iniciativas y diferentes productores. Los eco-mercados nos han ayudado mucho, nos facilitan la venta y un contacto directo. Por un lado, está EKOmercado, que nos facilita el venir a Pamplona y tener un contacto directo con los consumidores, dando así a conocer nuestros productos; y por el otro, el proyecto Ekoalde nos está sirviendo para llegar a los comedores colectivos de forma agrupada, así como a los pequeños productores, y meter producto local y ecológico en las colectividades.

¿Cómo es la respuesta de los consumidores?

-Poco a poco se está tomando consciencia de lo que comemos, al menos en una parte de la población. Está aumentando el consumo de producto ecológico en general, porque hay una mayor sensibilización por el medio ambiente y por saber de dónde provienen los alimentos que comemos. Se va viendo que la demanda va aumentando. A la gente le gusta saber cómo se ha producido su comida.

Los últimos años CPAEN ha crecido mucho y ha marcado un récord de operadores. ¿Cómo se consigue esto?

-Trabajando mucho en la sensibilización y conciencia de los productores, y viendo las oportunidades que existen a día de hoy en el mercado. La cultura convencional intensiva no nos sirve a todos. Hay otras alternativas para poder vivir en nuestros pueblos. Para los pequeños productores el ecológico es nuestra alternativa y la forma de poder seguir viviendo en nuestros pueblos.

¿Que palabras tiene sobre el anterior presidente, Edorta Lezaun?

-De elogio al trabajo que ha realizado estos últimos años para el CPAEN. Ha trabajado muy bien. Yo sigo en la misma línea que Edorta: trabajar por la estructuración del sector y potenciar lo ecológico y lo local en Navarra; que se vayan realizando estructuras que faciliten que haya más agricultores y ganaderos; y que tengan una rentabilidad digna. Él apostó por lo ecológico en un buen lugar y lo ha dado a conocer en toda Navarra. Por eso tengo para él palabras de elogio. Aunque haya dejado la presidencia contamos con él y seguimos trabajando juntos.

Ahora, CPAEN ha cumplido 25 años. ¿Cuál diría que ha sido su mayor logro?

-El que vayamos siendo más y que se vea que Europa ha marcado la dirección que iniciaron hace 25 años unos compañeros.