Dice César López Dios, director del servicio de Arbitraje y Consumo del Gobierno de Navarra, que "cuando un producto sube de precio, es difícil que baje". Las administraciones refuerzan su mensaje al ciudadano en favor de una compra más comparativa y con "reflexión", apunta la directora del Instituto Vasco de Consumo-Kontsumobide, Laura Alzola.

Materias primas y energía, en aumento

El diagnóstico tiene varias causas, pero las principales parecen claras. "El incremento de los costos de las materias primas, de la energía y de los transportes se está trasladando paulatinamente a toda la cadena de valor", apunta Laura Alzola. Es una "tormenta perfecta", con una energía "disparada" y unos costes que, en muchos casos, recaen finalmente en los consumidores, explica César López Dios.

La reactivación del consumo y las compras

La sociedad confía, en términos generales, en haber dejado atrás la pandemia, lo que está contribuyendo a reactivar determinadas facetas del consumo, en especial la relacionada con la ejercida fuera del hogar. Pero esa intención podría encontrar un obstáculo en la inflación. "El gran consumo es el del hogar, y si los precios siguen subiendo, los consumidores no tendremos más remedio que ajustarnos a esa realidad", indica el director del servicio de Arbitraje y Consumo de Navarra. Un 63% de los ciudadanos vascos cree que sus posibilidades de compra de bienes como coches, muebles o electrodomésticos "serán iguales" que las del año pasado, según un estudio realizado por Kontsumobide.

Planificación y comercio de cercanía

La crisis sanitaria ha asentado tendencias que parecen quedarse. "La sociedad ha vuelto su vista al valor intrínseco del comercio de cercanía", lo que refuerza la cohesión social, indica Alzola, que aconseja aplicar acciones de economía circular y comprar productos de "proximidad, frescos y de temporada". "Es necesaria una mayor planificación de la compra y optar por un consumo responsable", arguye López Dios.