Pasada la pandemia, la conflictividad laboral va recuperando músculo, y Navarra ha registrado hasta abril 6.075 jornadas sin trabajar, una cifra que multiplica por cuatro la anotada en el mismo periodo del año pasado, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social correspondientes a la Estadística de huelgas y cierres patronales.

Como apunte, entre enero y abril de hace un año, la Comunidad seguía sufriendo restricciones por el coronavirus y sectores, como el de servicios, padecían cierres de negocios con el consiguiente uso de los ERTE, por lo que la propia situación excepcional alteró la organización de movilizaciones relacionadas con negociaciones de convenio.

1.218 TRABAJADORES Y TRABAJADORAS EN HUELGA

1.218 TRABAJADORES Y TRABAJADORAS EN HUELGA

En los primeros cuatro meses del año, 1.218 trabajadores y trabajadoras han participado en huelgas para reivindicar mejoras laborales, con el incremento del salario como objetivo, debido al aumento de la inflación que ha provocado la pérdida de poder adquisitivo -en 2021 concluyó el IPC en el 6,5% y el dato adelantado de mayo lo deja en el 8,7% en el Estado-. Este número de ocupados y ocupadas supone una subida del 41% respecto a 2021.

TODAVÍA LEJOS DE 2019

TODAVÍA LEJOS DE 2019

Sin embargo, todavía las cifras están lejos de las contabilizadas en 2019, cuando la Comunidad Foral aglutinó entre enero y abril 11.823 jornadas no trabajadas entre 12.639 empleados y empleadas.

Los datos del Ministerio, correspondientes a 2022, demuestran que la conflicitividad laboral se concentra principalmente en comunidades en las que conviven más sindicatos, como ocurre en Navarra, con la presencia como centrales mayoritarias de UGT, CCOO, ELA y LAB.

CHOQUE DE PATRONAL Y SINDICATOS

CHOQUE DE PATRONAL Y SINDICATOS

En un contexto económico de incertidumbre pero que por el momento el empleo está respondiendo -mayo superó el récord de 300.000 cotizantes a la Seguridad Social-, no existe un temor generalizado de una ola de despidos -como ocurrió en la crisis de 2008, en la que la proliferación de los ERE motivaron las huelgas-. En los últimos meses, coincide un factor común en todas las protestas: la renovación de los convenios -tanto de empresa como sectoriales- o la creación de nuevos.

NEGOCIACIÓN, EN PUNTO MUERTO

NEGOCIACIÓN, EN PUNTO MUERTO

La negociación se encuentran bloqueada por el incremento incesante del IPC, en el que patronal y sindicatos defienden dos posturas antagónicas. Las empresas quieren desligar el incremento salarial a la inflación y vincularla a otros conceptos como la productividad o los resultados; y en cambio, los sindicatos abogan por ese IPC para conservar el poder adquisitivo.

Esto ha llevado a que en los últimos meses plantillas de sectores diversos en Navarra hayan protagonizado concentraciones a las puertas de sus centros de trabajo y se hayan manifestado en las calles.

CINCO POR CASI UNA

CINCO POR CASI UNA

A diferencia de 2019 en Navarra, asalariados y asalariadas acumulan de media más jornadas de paro por persona que hace dos años -los que más en relación al resto de comunidades-: cinco en 2022 por casi una antes de la pandemia. Esto significa que las plantillas han intensificado el uso de esta herramienta para alcanzar sus reivindicaciones, y que el propio conflicto se alarga ante una situación económica complicada.

Como ejemplo, las trabajadoras de residencias han convocado para el jueves 9 de junio un nuevo día de huelga en defensa de negociar un convenio sectorial, convocadas por ELA, UGT, LAB y CCOO. Unas movilizaciones que llevan realizando durante todo el año. Además, en estos cuatro meses ha habido paros en empresas como Isringhausen, Schneider Electric, FM Logistic, Lidl, el centro hospitalario Benito Menni, Erom Acciona o General Mills, entre otras.

Navarra es la quinta comunidad con más jornadas sin trabajar, por delante se sitúan: Catalunya -líder-, seguida de la CAV, Galicia y Andalucía. Pero en el ratio de número de jornadas sin trabajar por empleado, la primera es la Comunidad Foral. En Catalunya sale una media de 1,4 jornadas por asalariado; en la CAV, 2,8; en Galicia, 2; y en Andalucía, 2.