La inmensa mayoría de los trabajadores navarros volverá a perder poder adquisitivo en 2022. Ya lo hizo en 2021, cuando los sueldos crecieron un punto y medio menos que la inflación, y el deterioro se siente ya, repetido y ampliado, en los primeros cinco meses del año, cuando la subida media pactada en convenios (3,8%) se queda cinco puntos por debajo de la inflación de los últimos 12 meses.

Y puede decirse que Navarra, por múltiples razones -desde su propia composición económica hasta el peso que los convenios de empresa tienen en el conjunto de la negociación colectiva- no sale del todo mal parada si se compara con la media estatal o con la mayor parte de las comunidades autónomas. Y, pese a ello, si se tiene en cuenta que el sueldo medio de los trabajadores navarros ronda ya los 28.000 euros, la pérdida de poder adquisitivo media superará los 1.500 euros en apenas dos años. La más abultada desde que existen registros. 

La negociación colectiva, especialmente abundante este año además en Navarra, no va a servir para evitarlo. Ni el en sector público, donde el Ministerio de Hacienda ya ha dicho que no piensa negociar nuevos aumentos, ni en el privado, donde el otoño puede convertirse en un rosario de conflictos laborales.

 

“En casi todos los sectoriales vamos a ir a subidas por encima del 3%, pero la realidad es que la patronal está muy cerrada en banda”, explica Alfredo Sanz, responsable del área en Comisiones Obreras. El sindicato acaba de publicar un informe sobre el estado de las negociaciones entre patronal y sindicatos en toda España y en él se constata que apenas uno de cada cinco trabajadores (20,9%) tiene una subida de al menos un 3%, que no evita la pérdida de poder adquisitivo, pero al menos la mitiga.

“En Navarra el dato será algo superior”, dice Sanz, quien recuerda en cualquier caso que subidas equivalentes al IPC solo se están consiguiendo en empresa donde el convenio ya estaba firmado, como Volkswagen Navarra, Cinfa o SKF. “Si hay que negociar ahora es mucho más difícil y el problema que tenemos aquí está también en el ámbito sectorial, donde han coincidido un montón de convenios para negociar”.

"La patronal no quiere ni oír hablar de subir los salarios como la inflación y está esperando al otoño"

Alfredo Sanz - Responsable de negociación colectiva de CCOO

De hecho, 77.000 personas, casi un 30% del empleo privado asalariado, se encuentran pendientes de la renovación del convenio sectorial. “Y de todos los que se están negociando solo el de la construcción parece encaminado y porque ya ha acuerdo a nivel estatal, con subidas a tres años del 4% y el 3% los primeros dos años”, dice Alfredo Sanz, quien considera que la patronal está esperando al otoño, a un posible descenso de la tasa de inflación, para negociar condiciones más ventajosas. 

En Navarra, sindicatos y patronal deben intentar llegar a acuerdos en el convenio del metal, que engloba a 40.000 empleados y empleadas; hostelería, con 16.000 personas trabajadoras; construcción y obras (12.000); oficinas y despachos (mil); y madera (1.100). A estos se añaden otros convenios que comenzaron a abordarse el año pasado como talleres (4.500); fontanería y calefacción (1.200); y almacenistas de frutas, verduras, patatas y plátanos (200). Además debe constituirse en 2022 la mesa de almacenistas de alimentación (mil asalariados), según los datos de CCOO.

Sube el salario más habitual

En todo caso, subidas en el entorno del 4%, pese a no evitar la pérdida de poder adquisitivo, sí que servirán para elevar en términos brutos los sueldos, que en 2020 mantuvieron cierta senda alcista a pesar de la pandemia, protegidos por los ERTE y la negociación colectiva.

Los datos de la Encuesta Anual de Estructura Salarial, publicados por el INE y Nastat, confirman esta tendencia. Los salarios crecen en términos brutos y medios, pero cada vez en mayor medida dependen no tanto del sector o del convenio, como del puesto específico o de la actividad concreta.

De este modo, el salario medio en Navarra fue de 27.995,96 euros en 2020, lo que supone un 1,8% más que el año anterior, y se situó claramente por encima del salario mediano o más habitual, que se queda en 25.212 euros. Esta última cifra, que ofrece una fotografía más precisa de la realidad de las retribuciones también ha ido elevándose con los años. 

En 2020, a pesar de todas las circunstancias también creció, si bien con más lentitud y empujada sobre todo por las retribuciones masculinas. El sueldo más habitual entre las mujeres se redujo en unos 100 euros, otro indicador, uno más, de que fueron las mujeres las que en mayor medida hubieron de renunciar al empleo para cuidar de familiares. 

Te puede interesar:

Los datos revelan asimismo que la distancia entre los salario más altos y más bajos no deja de crecer. El salario que cobra el 10% de asalariados que menos gana se mantiene estancado desde hace años, mientras que en el extremo contrario, el suelo del 10% que más ingresa, mantiene una sólida trayectoria al alza. Ha crecido en casi 10.000 euros anuales entre 2008 y 2020, mientras que apenas sube en 1.000 euros en el extremo inferior y en 4.000 euros en la media.