La rebaja del IVA en la cesta básica de los alimentos se deja sentir ya en los tickets de caja que han pagado a lo largo de este lunes los ciudadanos navarros en los supermercados e hipermercados de la comunidad. Y suponía abaratar en cerca de 2,5 euros en una compra amplia que incluyera, por ejemplo, una garrafa de aceite, fruta, verdura, legumbre, huevos, queso, pan y doce litros de leche.

La rebaja o supresión del IVA, una medida destinada a ayudar contener la inflación durante los próximos meses, ha entrado en vigor sin incidencias reseñables en los establecimientos navarros, según ha podido comprobar este periódico, que los visitó la semana pasada, antes de que se pusieran en marcha las medidas, y en la mañana del lunes, cuando miles de navarros han acudido a hacer la compra.

Algún producto aislado, eso sí, había subido de precio en la última semana (la leche de Central Lechera Asturiana en Aldi, por ejemplo), con lo que se anulaba el efecto de la supresión del impuesto, que pasaba del 4% al 0% o del 10% al 4%, en el caso del aceite de oliva y de la pasta. Y, en otros casos, “problemas informáticos” habían impedido aplicar de manera inmediata la rebaja.

DIA: cambiando etiquetas sobre la marcha

Los siete establecimientos visitados, en los que se ha escogido una cesta aleatoria de productos, han aplicado la rebaja desde primera hora de la mañana, si bien en algunos los operarios no habían tenido todavía tiempo de añadir las nuevas etiquetas con los precios rebajados. Era el caso, por ejemplo, del DIA del polígono de La Morea, con una afluencia modesta de clientes hacia las once de la mañana, y donde prácticamente todos los precios se mantenían como el viernes. “En caja ya se está aplicando el precio nuevo”, explicaba uno de los trabajadores.

Fuentes de la compañía DIA han precisado que, durante la última semana, la aplicación de esta nueva tarifa de IVA ha supuesto involucrar distintos procesos en un periodo muy concreto.

Cabe recordar que el decreto del Gobierno ha coincidido con una de las semanas con más pico de demanda en gran consumo por las fiestas navideñas. Para DIA, la clave ha estado en la "agilidad" del retail para, en apenas unos días, haber llegado preparados a la nueva fiscalidad.

A primera hora de la mañana, todos los precios se hallaban ya actualizados en el Lidl de Agustinos, donde el litro de leche Kaiku, por ejemplo, había pasado de costar 1,29 a 1,24 euros, por lo que la compra de doce litros de leche permitía ahorrar 60 céntimos. Lo mismo sucedía con los huevos (de 2,29 a 2,19 euros), las naranjas (1,59 a 1,49) o las manzanas (1,89 a 1,79 euros). No había bajado, en cambio, el precio de la cuña de queso Idiazabal, que seguía en 4,15 euros.

Ahorros pequeños, que apenas sirven para compensar el encarecimiento general que han registrado los alimentos en el último año, un periodo en el que acumulan un encarecimiento medio cercano al 15% y que, al contrario de lo que ha sucedido con los precios de la energía, no ha comenzado todavía a remitir.

En Leclerc, etiquetas antiguas, precios cambiados en caja

Algunos supermercados no habían podido aplicar la rebaja en todos los productos. “Hemos tenido un problema informático”, explicaban en el BM de Sarriguren, en referencia a las frutas y verduras frescas, que seguían con el etiquetado y el precio antiguo. “En uno o dos días lo tendremos todo listo”, añadía una de las trabajadoras.

También en el hipermercado E.Leclerc, seguían sin cambiar a media mañana los precios de los productos frescos, si bien en este caso, al pasar por caja, ya se aplicaba la rebaja. Ocho céntimos las naranjas, 10 la docena de huevos y de entre 11 y 13 céntimos el kilo de legumbre seca. El hipermercado cuenta con etiquetas de precio digitales en la mayor parte de sus productos, con lo que el cambio se efectuó de manera inmediata.

El director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) -con Mercadona, Coviran, DIA, Condis y otras cadenas-, Ignacio García Magarzo, ha subrayado el "gran esfuerzo" de las empresas y los trabajadores para trasladar la rebaja del IVA, que ya se aplica en todos los establecimientos para beneficio de los consumidores.

Fuentes de la patronal ACES, que incluye enseñas como Carrefour y Supercor, han expresado que el proceso que ha culminado ha sido complejo, con una primera parte de programación informática para asignar a cada producto el IVA que ahora le corresponde o, en su caso, llevarlo a cero.

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Esta información es la que debe trasladarse luego al desglose que aparece en cada tique que recibe el consumidor al pagar su compra. Toda esta operativa se tiene que acompañar con la que se ha realizado en tienda, con el cambio de etiquetas y la comprobación de que efectivamente todas se corresponden con el precio nuevo.

En el hipermercado Eroski del polígono Agustinos también se aplicaba la rebaja, que era visible ya en la mayor parte de las etiquetas, si bien por megafonía se advertía de que el proceso de sustitución seguía en marcha. “El precio nuevo ya se aplica en la caja”, recordaban. La barra grande pan, por ejemplo, había bajado de 1,29 a 1,24 euros, mientras que la baguette se reducía de 0,60 a 0,58 euros.