Los precios mundiales de los alimentos, que cayeron por noveno mes consecutivo en diciembre pasado, sufrieron sin embargo un aumento anual del 14,3% respecto a los de 2021, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En 2022, el promedio del índice de precios de los alimentos de la FAO “fue notablemente superior al del año anterior, lo que, además de los grandes aumentos en 2021, dio lugar a importantes tensiones y preocupaciones en materia de seguridad alimentaria para los países importadores de alimentos de ingresos más bajos”, indicó la FAO.

“Los precios mundiales del trigo y el maíz alcanzaron máximos históricos a lo largo del año. El valor promedio del índice de precios de los aceites vegetales de la FAO para todo el año 2022 alcanzó un nuevo máximo, mientras que el índice de precios de los productos lácteos y el índice de precios de la carne de la FAO registraron sus niveles anuales más altos desde 1990”, explicó en un comunicado.

El indicador, que refleja la evolución mensual de los precios internacionales de los productos alimentarios más comercializados, alcanzó en 2022 un promedio de 143,7 puntos, un 14,3 % por encima de su valor promedio a lo largo de 2021, mientras que en diciembre cayó un 1,9 % respecto al mes anterior y logró una media de 132,4 puntos, un 1,0 % menos que un año antes.

“Una mayor tranquilidad en los precios de los productos alimenticios es una buena noticia después de dos años muy volátiles”, declaró el economista jefe de la FAO, Máximo Torero, para quien, sin embargo, es “importante permanecer vigilantes y seguir considerando muy prioritaria la mitigación de la inseguridad alimentaria mundial”.

Torero explicó que “los precios mundiales de los alimentos se mantienen en niveles elevados, pues muchos alimentos básicos están cerca de máximos históricos, los precios del arroz están subiendo y todavía existen muchos riesgos asociados con los suministros futuros”.