En un trimestre y contra todo pronóstico, la Encuesta de Población Activa devolvió a Navarra 2015 en términos de tasa de paro y a 2019 en niveles de ocupación. Un mazazo poco coherente con los datos de la Seguridad Social y de los Servicios Públicos de Empleo, pero que deja a la Comunidad Foral al borde los de 40.000 desempleados y con apenas 284.800 personas trabajando. 

De hecho, según la encuesta, cuyos vaivenes son bastante frecuentes trimestre tras trimestre, Navarra pasa a ser la novena comunidad con menor tasa de paro. Y se ve rebasada por territorios tradicionalmente menos dinámicos. El 12,13% de tasa de desempleo queda ligeramente por debajo de la media española y es coherente con los 39.300 desempleados que ha encontrado la encuesta, 6.400 más que hace tres meses, un periodo en el que, por otra parte, apenas ha cambiado el número de desempleados registrados. 

De este modo, la EPA y el paro registrado arrojan una discrepancia de 7.400 personas, una de las más elevadas de la historia y solo superior a la que, en sentido inverso, se apreciaba en la pandemia y en los trimestres precedentes. “De hecho, la EPA siempre solía encontrar menos parados los datos de los servicios de empleo”, explicaban desde el Gobierno de Navarra, quien esperaba asimismo esperar unos días, a cuando se conozcan los datos de afiliación y empleo de abril, para hacer la valoración completa. Todo apunta a que volverán a ser buenos. 

Los últimos datos apuntan asimismo a que las empresas tienen en Navarra más de 4.000 puestos de trabajo que no logran cubrir, uno de las cifras más altas de la historia y poco coherente con la subida del desempleo que arroja la EPA. La encuesta sí muestra un sensible incremento del denominado paro estructural, que si antes de la crisis de 2008 rozaba el 5% y afectaba a unas 20.000 personas, en estos momentos rondaría el 9%, con unas 30.000 personas desempleadas. De ellas, cerca de una tercera parte no estaría buscando empleo de manera activa y un porcentaje muy elevado de los restantes carecería de la formación necesaria para ser contratado.

El Gobierno no se la cree (pero no lo dice)

El Gobierno de Navarra evitaba ayer cuestionar públicamente la validez de la EPA como fuente estadística, pero la consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, Mª Carmen Maeztu, aludía a las contradicciones y destacaba que la afiliación a la Seguridad Social ha aumentado en los tres primeros meses de 2023 en 4.614 personas respecto al mismo periodo del año anterior, "pero en la EPA la ocupación desciende en 4.000 personas". A su vez, la EPA apunta a un aumento del desempleo en 5.700 personas en los últimos 12 meses, mientras que el paro registrado ha descendido en 2.448 personas en este periodo.

Así pues, ha reiterado que son datos "evidentemente contradictorios" y ha señalado que "tendremos que esperar" a conocer los datos de desempleo y afiliación, que se conocerán la próxima semana, el 4 de mayo, "para ver la evolución real del mercado de trabajo". "Datos totales frente a los muestrales de la EPA", ha remarcado Maeztu, que ha adelantado que "probablemente sean buenos" en respecto al desempleo y la afiliación "como lo han sido en estos meses precedentes".

De hecho, tampoco coinciden los datos de ocupación de la Encuesta de Población y los de afiliación a la Seguridad Social. La EPA rebaja hasta 284.800 los ocupados en Navarra, mientras que el número de cotizantes rebasa en estos momentos los 300.000.

CCOO, en cambio, sí da por buena la EPA y ha valorado "muy negativamente" los datos de la EPA del primer trimestre, que muestran un importante aumento del paro con 6.400 personas desempleadas más, lo que, a su juicio, hace "imprescindible" redoblar los esfuerzos para garantizar un empleo de calidad, protección y condiciones de vida dignas para toda la ciudadanía.

Como "malos" ha calificado los datos en una rueda de prensa al ser preguntado al respecto su secretario general, Chechu Rodríguez, quien ha destacado como la cara positiva de la EPA la estabilidad en el empleo por el impacto que está teniendo la reforma laboral en la estabilidad de las contrataciones: Navarra cierra el año con una temporalidad del 17,5% y baja en 7,5 puntos con respecto a la registrada en el mismo trimestre de 2022.

De hecho, la temporalidad se encuentra en el punto más bajo de las últimas décadas, en niveles muy similares a los de 2013. Con una diferencia: en aquel momento la crisis económica expulsó del mercado de trabajo a buena parte de los empleados eventuales, mientras que en estos momentos una parte significativa de esos contratos se han convertido en indefinidos. 

También UGT ha calificado como "malos sin contemplaciones" los datos de la EPA, si bien Jesús Santos, su secretario general, admitía que la encuesta no es del todo fiable en la Comunidad Foral.