La letra pequeña de los resultados récord que está cosechando la banca este año tiene un claro protagonista: el margen de intereses, la diferencia entre lo que cobran las entidades a sus clientes por los créditos y lo que pagan por los depósitos que gestionan. Los seis grandes bancos han ingresado por este concepto 14.283 millones de euros en lo que va de año en el Estado en el primer semestre del año. Son 4.422 millones más que en el mismo periodo de 2022, un 44,8% más

Ese crecimiento contrasta con el repunte de las ganancias, un 20,7%, y pone de relieve el impacto que está teniendo la subida de tipos en las cuentas de resultados del sistema financiero. Y, en el otro lado de la balanza, refleja el incremento del gasto de las familias asociado a las hipotecas y el préstamo en general. 

Todo ello en un contexto en el que, además, los principales banqueros del país advierten de que la rentabilidad de los depósitos seguirá por los suelos los próximos meses. 

El encefalograma plano de los intereses del ahorro contrasta con la curva ascendente de la intermediación bancaria. Y el campeón del sector, el Banco Santander, fue claro el pasado miércoles en la presentación de sus resultados semestrales, un récord de 5.241 millones (+7%) que no le va a hacer cambiar su actual política de remuneración. 

Según explicó a los analistas el consejero delegado del banco de la familia Botín, Héctor Grisi, en todo caso será “a partir de 2024” cuando podrían estudiar la posibilidad de incrementar el pago por los depósitos. “Hasta entonces, no vemos un escenario de remuneración de depósitos en la zona euro. Esperamos un incremento de dos dígitos en el margen de intereses para 2023 y que el sistema siga muy líquido, con lo que no esperamos demasiados cambios en la remuneración del pasivo en los próximos trimestres”, argumentó Grisi.

Evolución por entidades

En el caso del Banco Santander, la fiesta de los tipos de interés le he permitido ingresar casi 21.000 millones en Europa y América, de ellos 3.161 millones en el Estado, que es donde más crece, en concreto un 56,9% (1.146 millones) sus ingresos por intermediación. 

Con todo, Caixabank es la entidad que más está notando el cambio de ciclo de los tipos de interés iniciado precisamente en julio del año pasado. En su caso, ha ingresado más de 4.600 millones por este concepto, con un crecimiento del 46,5%

BBVA, por su parte, ha superado los 2.544 millones (+44,7). Le sigue el Banco Sabadell (2.270 millones y un repunte del 29%) Bankinter es el que registra el mayor crecimiento (60,4%) y captó 1.068 millones. A más distancia, Unicaja supera los 616 millones en margen de intermediación, con un repunte del 21%. 

El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria también defiende el mensaje que cierra la puerta a un cambio en la política de remuneración de la banca. Su CEO, Onur Genç, afirmó el pasado jueves que la entidad vasca no prevé cambios a corto plazo porque “no hay competencia” en el sector y, además, “los depósitos no son un recurso escaso”. El resto de entidades no cambia esa partitura. 

La coincidencia en el diagnóstico por parte de todo el sector echa por tierra cualquier posibilidad de que se abra una guerra comercial por la captación del depósito. Al contrario, anticipa un largo periodo de baja remuneración. 

Todo ello a pesar de los requerimientos del Gobierno central. La vicepresidenta Primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, encargó a finales de junio una investigación a la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia para determinar “si hay factores que estén afectando a los incentivos de la banca para remunerar los depósitos”. 

Es decir, se pide al supervisor que buque si otros motivos diferentes a la lógica del mercado y se presiona en cierta medida al sector para que rompa la dinámica actual. Además, Calviño avanzó la posibilidad de realizar “cambios legislativos” para que suba la rentabilidad del ahorro

A la espera del resultado de la investigación de la CNMV, que es difícil que detecte situaciones anómalas, lo cierto es que hay notables diferencia entre la remuneración del ahorro en el Estado y en el conjunto de la Eurozona, a pesar de que juegan con las mismas cartas en lo relativo a los tipos de interés. 

Según los últimos datos del BCE, referidos al primer trimestre, las entidades financieras pagaron en el Estado un 1,33% de media a las familias por los nuevos depósitos hasta un año. Un cifra muy inferior a la media de la moneda única y menos de la mitad de la rentabilidad de Italia (3,11%) y Francia (3,03%). 

Tras un ciclo de diez años con los tipos de interés por debajo del 1% y ocho en torno al 0%, el BCE cambió de política financiera el año pasado, lo que sumado al crecimiento de la economía y el empleo está teniendo un impacto muy positivo en las cuentas de resultados de los bancos. 

Las seis primeras entidades del Estado se anotaron entre enero y junio un beneficio neto conjunto de 12.386 millones de euros, un 20,2 % por encima del registrado un año antes, con un gran protagonismo en la mejora del los márgenes. Esos números, están impulsados en líneas generales por el negocio en el Estado, que en el caso del Banco Santander, por ejemplo, compensa la caída del negocio en América. Mientras, la remuneración de los depósitos sigue penando en el limbo.