No es una guerra del pasivo, pero empieza a a haber cambios relevantes en la política comercial de las entidades financieras que operan en Navarra. Si en primavera fue Caja Rural quien abrió fuego con un depósito creciente cuya rentabilidad bordeaba el 2% anual, a la vuelta del verano ha sido CaixaBank quien ha decidido seguir el mismo camino. Y ha comunicado que ofrece a los clientes un depósito al 2% anual para una cantidad mínima de 5.000 euros

La entidad catalana, con sede en Valencia tras la declaración de independencia de octubre de 2017, se convierte así en el primero de los grandes bancos que comienza a remunerar por el ahorro con un producto tradicional y asegurado. Lo hace, además, para la práctica totalidad de los clientes, al establecer un mínimo de apenas 5.000 euros.

 “Se trata de un producto de ahorro a plazo que permite ofrecer un tipo de interés fijo (1%) y un interés adicional bonificado, que premia con hasta un 1% más la vinculación de los clientes (vinculación preexistente o por nuevas contrataciones)”, explicaban ayer desde CaixaBank en relación a la información adelantada por Expansión.

La entidad señala que este producto “va dirigido al cliente particular interesado en obtener una determinada rentabilidad con seguridad”. “En el marco de una propuesta de asesoramiento global, es una alternativa adecuada para el ahorro a corto plazo. Pero, para los objetivos de clientes que requieran de crecimiento patrimonial superior a medio y a largo plazo, existen otros productos que pueden proporcionar mejores retornos con un nivel de riesgo razonable”, señalaban.

Con la Rural, más del 50% del sector financiero navarro ya paga algo

CaixaBank, con una cuota de mercado cercana al 30%, ha sido tradicionalmente la entidad líder en la Comunidad Foral, tras haber heredado en 2012 el negocio de la extinta Caja Navarra. Con su decisión, más de la mitad del sector financiero navarro estaría ofreciendo ya cierta recompensa por el ahorro, presionando así a otras entidades –las dos más grandes, pero también otras más pequeñas– que todavía no lo hacen.

De hecho, Santander ya remunera los saldos a través de su filial digital (Open Bank), mientras que BBVA es de momento la entidad más remisa a pagar por el ahorro. Otras entidades con presencia únicamente digital, como bancos italianos, ya estaban pagando incluso por encima del 4%. Esta situación reflejaba además una especie de excepción española: mientras que BBVA y Santander pagaban ya el 4% y hasta el 5% en Reino Unido, no sucedía lo mismo al sur de los Pirineos, donde las rentabilidades eran muy inferiores. La entidades argumentaban que, con una cartera de préstamos vinculada a hipotecas a tipos bajos no podían remunerar el ahorro sin amenazar su rentabilidad. Poco a poco, sin embargo, comienza a agrietarse la resistencia