Decenas de miles de nóminas se actualizarán en las próximas semanas en Navarra. Y lo harán, según cada caso, en función del convenio vigente, de la inflación con la que termine el año -se conocerá en unos días- y según el acuerdo que hayan alcanzado en cada caso el comité de empresa y la dirección de la compañía.

Este miércoles se ha conocido asimismo la subida salarial media pactada en los convenios en vigor en 2023 en Navarra. Alcanza, según los datos del Ministerio de Trabajo publicados por Nastat, el 4,1%, siete décimas por encima de la media española, que se situó, según la misma estadística, en el 3,46%. Se trata del incremento más elevado de los últimos quince años y llega condicionado por el alza de la inflación, que rebrotó con fuerza tras la pandemia y que se ha trasladado, aunque no al 100%, a los sueldos.

De hecho, incluso los trabajadores protegidos por un convenio en vigor en Navarra (102.231 durante el año pasado) han sufrido para no perder poder adquisitivo en este golpe inflacionario de los últimos años, que ya comienza a remitir. Así, en 2021, los precios subieron cerca de un 6,5%, con un incremento salarial medio pactado de apenas 1,5 puntos. En 2022, el IPC aumentó un 5,7%, mientras que los salarios subieron un 4,5%. Y, en 2023 se prevé una subida de precios del 3,1%, frente a una subida salarial del 4,1%.

En conjunto, esto supondría que, en tres años, los salarios se dejan unos cinco puntos de poder adquisitivo, a la espera de si, a lo largo de 2024, con la inflación algo más baja y el mercado de trabajo estable, los salarios se recuperan por encima de los precios.

Pocos servicios de valor añadido

Este golpe se suma a una trayectoria negativa para los salarios en los últimos años. Navarra es, según la Encuesta de Deciles de Salarios de la EPA, la Comunidad donde menos crece el salario medio en los últimos cinco años y la segunda con peores datos de la última década. Un reflejo del tipo de empleo que genera la comunidad en el sector privado, con una cierta concentración en los sectores industriales que peor pagan (como la industria agroalimentaria del sur de la Comunidad Foral) y en servicios de bajo valor añadido, así como del elevado peso de las jornadas reducidas. Y se traduce en que la remuneración media ha crecido menos de un 5% desde 2017, frente a un incremento medio próximo al 13% en el conjunto del país y del 15% en la Comunidad Autónoma Vasca, donde se crea menos empleo, pero los sueldos crecen mucho más. 

No hay un solo motivo que explique esta peor evolución salarial de Navarra, que no ha crecido significativamente menos que España en la última década o en el último lustro y que ha creado más empleo que otros territorios vecinos. La industria se encuentra en máximos de ocupación, pero sus salarios varían mucho en función de la actividad concreta: no es lo mismo la automoción o la farmacia que la agroalimentación, una de las actividades más dinámicas, pero sujeta a la estacionalidad y con salarios por debajo de la media.

El escaso peso de los servicios de alta tecnología, que apenas facturan unos 370 millones de euros al año (diez veces menos que en la CAV, con un PIB 3,5 veces superior) o cinco veces menos que en Aragón (1,8 veces el PIB navarro) ayuda a entender esta atonía. Se trata en muchos casos de actividades innovadoras, que requieren de personal especializado y que pagan altos salarios. Las manufacturas siguen pesando y garantizando mucho empleo, contribuyen asimismo al equilibrio territorial de una comunidad en general poco poblada, pero no aseguran hoy los sueldos de hace unos años. Y Navarra carece, de momento, de una base relevante de empresas de alta tecnología, que se ubican sobre todo en Madrid, Catalunya, Málaga o Euskadi, cuya industria invierte además mucho más que la navarra en innovación y desarrollo de nuevos productos.

Subida de salarios bajos

La Encuesta de Deciles de Salarios refleja, además de la evolución de los salarios medios, su comportamiento por tramos, al ordenar a todos los asalariados de España según la cuantía del salario mensual percibido y dividirlos después en 10 grupos iguales. En cada decil se ubican, por tanto, el 10% del total de los trabajadores del país. 

Los datos de Navarra muestran, por un lado, que la mayor parte de los asalariados se encuentra en los deciles superiores, con remuneraciones más altas que la media española. Y confirman asimismo el impacto de dos medidas políticas muy discutidas: las continuas subidas del Salario Mínimo Interprofesional en los últimos cinco años y la reforma laboral de 2022.

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Ambas parecen haber impulsado a las categorías salariales más bajas, que acumulan incrementos salariales de hasta el 44% en los últimos años en la más baja de todas. En realidad, los salarios suben en casi todos los tramos entre 200 y 250 euros, con la única excepción de los más elevados, que crecen por pura inercia más de 400 euros al mes en cinco años. Pero en términos porcentuales el alza es mucho más relevante para las remuneraciones más modestas.  

A estos incrementos ha contribuido asimismo la falta de mano de obra en actividades como la hostelería o el sector primario, cuyos empresarios se han visto impelidos a subir sueldos y ajustar márgenes. Y también la última reforma laboral, que ha contribuido a sacar de la temporalidad a miles de personas, parece haber ayudado a los tramos más modestos. Al pasar a ser indefinidos, muchos trabajadores han visto cómo pasaban a trabajar más horas y veían incrementada su retribución final.