El nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de Volkswagen Navarra no ha entrado en vigor al no firmarlo dirección y parte social en el plazo que marca la normativa. Eso no quiere decir que la empresa renuncia al expediente sino que retrasa su aplicación.

La pregunta que surge ante esto es: ¿qué ha ocurrido? El preacuerdo de este nueve ERTE entre la dirección y la mayoría del comité, UGT y CCOO, se anunció el jueves 15 de febrero.

En un principio la intención era rubricar el expediente el viernes 16 de febrero. Sin embargo, VW Navarra pospuso la firma a la siguiente semana, y de ahí ha pasado el tiempo hasta que ha expirado el plazo de 15 días para cumplir este trámite.

Las causas

A partir del 15 de febrero, en las siguientes tres semanas, han coincidido el anuncio del cambio de director de Recursos Humanos en la fábrica, la salida del alemán Kai Feuerherdt y la llegada del germano Friso Strahmann; la tractorada del 23 de febrero que paralizó la cadena durante dos horas entre el turno de mañana y el de tarde, y el intento de otra tractorada el 29 de febrero; el acuerdo para unificar el taller de montaje y motores con la mayoría sindical con motivo de la electrificación de la planta; y la negociación de los permisos aprobados en junio por el Gobierno de Sánchez para incluir en el convenio -que todavía siguen-.

Con todo ello, parece ser que en la agenda no hubo hueco para cuadrar la rúbrica del acuerdo definitivo del ERTE, a lo que se añadió que el problema de suministro de alguna pieza para febrero se solventó y el fantasma de una huelga de transporte se desvaneció al ser desconvocada por la Plataforma por falta de apoyo, algo que sucedió en plena negociación del ERTE entre VW Navarra y el comité.

El mes pasado VW Navarra tenía prisa en disponer de este ERTE por si la escasez de alguna pieza o un paro de camiones pudieran alterar la producción de la cadena. Pero este escenario se esfumó y hasta ahora.

Recordatorio

El 15 de febrero las secciones sindicales de UGT y CCOO en Volkswagen Navarra llegaron a un preacuerdo del ERTE para aplicar desde la rúbrica hasta final de año. Eso sigue vigente pero, en febrero se ha evitado esa regulación.

En apenas tres reuniones la empresa y la mayoría del comité acordaron las condiciones del nuevo ERTE por causas productivas y organizativas.

El resto de sindicatos que componen el comité, ELA, LAB y CGT, rechazaron el uso de esta herramienta de flexibilidad, que consideran que se utiliza de manera preventiva al activarla desde el primer semestre, cuando el fin de los ERTE no es ese.

La empresa incluirá en este ERTE las mismas condiciones económicas que en los anteriores, pactadas desde 2018.

Aunque no se ha rubricado este ERTE por un problema de agenda, va a ser necesario iniciar el proceso de negociación para su rúbrica. Pero va a pactarse con celeridad ya que todo está acordado, coinciden en señalar fuentes sindicales y de la empresa.