LAB ha denunciado este martes que la Seguridad Social y los servicios de vigilancia de la salud de dos empresas de limpieza obligan a dos empleadas a trabajar con andador y silla de ruedas "mediante denegaciones de incapacidad permanente y anulación de bajas".
El sindicato considera en un comunicado que estas entidades "han dado un trato inhumano y degradante a las trabajadoras que ha atentado directamente contra el derecho a la salud e integridad física de las personas".
El portavoz de LAB en Navarra, Imanol Karrera, ha responsabilizado de este proceder "inhumano, indecente y propio de siglos pasados" al discurso "manipulado" de los empresarios sobre el absentismo laboral, que tiene como objetivo "retroceder en los derechos relativos a la salud laboral".
El sindicato advierte de que la Seguridad Social "viene degradando la calidad de vida de trabajadores y trabajadoras hasta hacerles trabajar en estados deporables, como es el caso de estas dos limpiadoras".
"Guiada por motivos meramente económicos, la inspección médica de la Seguridad Social tiene orden de no facilitar incapacidades, por lo que año tras año está empeorando la vida de la clase trabajadora", ha añadido Karrera.
"Importante limitación para la movilización"
En el caso de María Ángeles Andrés Pérez, trabajadora de 56 años de la empresa Lacera, el informe médico de Osasunbidea del 17 de septiembre de 2024 reconoce a la “paciente con importante limitación para la movilización y actividades de la vida diaria por patología osteoarticular” y advierte que “precisa de andador para la deambulación”.
Esta trabajadora cuenta con una discapacidad reconocida del 56%. Sin embargo, en contra de la evidencia médica de Osasunbidea, una vez agotado el periodo de incapacidad temporal, la inspección médica de la Seguridad Social no le otorgó "la perceptiva incapacidad por criterios meramente economicistas y, acto seguido, el servicio de vigilancia de la salud Quirón Prevención, mediante un informe del 19 de agosto de 2024, obligó a la trabajadora de limpiezas a reincorporarse a su puesto declarándola apta con limitaciones", ha contado el sindicato.
Ello a pesar de reconocer que la operaria debe “evitar manipulación de cargas (levantamiento, tracción y empuje) > 5 kgs; no puede realizar encorvamientos (columna lumbar) de forma continuada; no debe realizar tareas que conlleven movimientos repetitivos de elevación de ambos miembros superiores por encima del hombro; no permanecer en bipedestación estática de forma continuada, alternar con bipedestación dinámica; no puede permanecer en sedestación prolongada, alternar con bipedestación estática/dinámica”.
Todas ellas limitaciones que objetivamente impiden el desarrollo de sus funciones como operaria de limpieza, pero que "precisando de andador, se encuentra prestando trabajo limpiando en el colegio Patxi Larrainzar de la Rochapea", ha explicado
"Dolor de manera constante"
En el caso de María Elena Escudero Mories, trabajadora de la empresa Zaintzen, también de 56 años y que cuenta con una discapacidad reconocida del 49%, un informe médico de Osasunbidea del 25 de agosto de 2022 recoge que “los diagnósticos siendo la mayoría de ellos de carácter crónico e incluso estando otros pendientes de seguimiento por distinta especialidad (medicina Interna) suponen una limitación muy importante para la mayoría de actividades cotidianas. Entre ellas destaca una alteración de la marcha que le obliga al empleo de andador y que le limita para estar en posturas fijas sin apoyo/ayuda. Del mismo modo dichas patologías suponen también una convivencia con dolor de manera constante y una repercusión fundamental también a nivel emocional”.
Otro informe médico de Osasunbidea del 7 de noviembre de 2022 deja constancia de que “desde hace aproximadamente dos meses la paciente precisa, en relación a sus síntomas de base, de apoyo en silla de ruedas para desplazamientos superiores a entre diez y 15 minutos caminando”.
En este segundo caso, la trabajadora todavía está pendiente de recibir el informe del servicio de vigilancia de la salud empresarial. Sin embargo, en ausencia del mismo, el día 2 de octubre deberá acudir al trabajo en el colegio Mendigoiti de Mendillorri (Pamplona). "Acudirá con la ayuda de su silla de ruedas", ha señalado el sindicato.