Maricela se habituó a comprar fruta y verdura en un establecimiento del barrio de Iturrama cercano a su vivienda. Le gustaba el género que ofrecían Fernando y Loli, un producto local y de temporada. Durante 34 años esta pareja ha gestionado la frutería que ha llevado el nombre de ella. Pero llegó el momento de la jubilación y querían traspasar el negocio.
En una de las visitas a la tienda, los propietarios comentaron a Maricela que si no encontraban a alguien que les sustituyera, el local cerraba. En el diálogo hasta hubo bromas de que Maricela podría ser una de las candidatas.
Esta clienta, originaria de Rumanía, se instaló en Pamplona en 2009 con su familia. Al regresar a casa comentó la conversación con su marido Corneliu y el hijo de ambos Mihai, y aquello que parecía imposible se transformó en una oportunidad de negocio.
Desde hace 15 años
La familia Minea migró a Navarra hace 15 años para mejorar su calidad de vida y escogió esta comunidad por las referencias de un allegado.
Corneliu comenzó a trabajar de autónomo con una empresa de decoración de interior y pintura; y Mihai -que se hace llamar Mikel porque resulta más sencillo pronunciar a la vez que es un nombre más cercano para la gente, confiesa- cursó la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el Instituto Basoko y posteriormente estudió hostelería en el CIP Huarte (antiguo Olaztxipi).
Una década en la hostelería
Mikel inició su trayectoria laboral en este sector, en el que también adquirió experiencia como encargado. "Comencé en un local haciendo prácticas, me gustó y durante diez años he trabajado siempre como empleado", explica este joven de 31 años desde el mostrador de Frutería Loli.
Junto a él, Corneliu escucha el testimonio. Desde el 1 de octubre dirigen este establecimiento en Iturrama, y durante tres meses han trabajado junto a Fernando y Loli para conocer a los clientes, a los proveedores y todas las características de esta actividad comercial.
"Por primera vez dispongo de un negocio propio y he emprendido con mi padre, que ahora tiene 55 años. Entre muchas de las tareas, él se centrará en la contabilidad y en el reparto de pedidos, y yo, en la atención al público", cuenta Mikel.
Preparación de verdura
Por el momento, van a conservar el nombre de la frutería para que la clientela siga identificando esa marca con las frutas y verduras que ahora venden este padre e hijo. "Mantenemos idéntico producto y proveedores, y más adelante quiero llamarla Frutería Mikel", confiesa.
Por otro lado, recuerda que Fernando y Loli innovaron al limpiar, cortar y envasar la verdura al vació. "Un servicio que funciona no vamos a dejar de ofrecerlo", remarca.
Un cartel colgado en la columna central en el interior del local informa de que preparan borraja, cardo, acelga, espinaca, ensalada rusa, purrusalda, pisto, menestra de la casa, menestra al gusto, alcachofa blanca de Tudela, espárragos, alubia verde, popurri de la casa, achicoria, pimiento piquillo de Lodosa, guisante, habas, pochas, zanahoria rallada y panaché.
Nuevos horarios
Este octubre Mikel y Corneliu han estrenado etapa, y como novedad abren los martes y jueves por la tarde, como así informan a través de folios por la tienda: en la misma puerta, en el peso del mostrador... "Ha funcionado y hemos notado que la clientela también acude", cuenta. El resto de horario sigue igual.
Este frutero de 31 años, que ha contado con el apoyo de la Asociación de Comerciantes de Navarra, piensa en introducir ideas por medio del marketing y publicidad. "Voy a contactar con la Asociación de Comerciantes de Iturrama, a la que pertenecían Fernando y Loli y en la que nosotros seguimos como socios, para trabajar de manera conjunta con los establecimientos de la zona", detalla.
Describe perfiles de clientes muy variados, desde la persona mayor fiel a la tienda de su barrio hasta quienes recurren a los pedidos a domicilio, principalmente jóvenes. Entre los próximos objetivos, Mikel piensa en promocionar la frutería a través de una página web y de redes sociales e incentivar los encargos por internet. "En este caso el consumidor tendrá la opción de recogerlo en la frutería o que entreguemos a domicilio", adelanta.
"Nos ubicamos en una zona donde vive mucho universitario que demanda cada vez más una dieta saludable, y debemos trabajar para llamar su atención y para que se decantan por nuestros productos", subraya.
También pretende ofertar alimentos más inusuales, como lima o chiles, que algunas personas ya han demandado.
Tanto Corneliu como Mikel debutan como fruteros, pero confiesan que desde hace tiempo ejercen de hortelanos en un terreno a las afueras de Pamplona. "Quien posee una huerta tiene un tesoro", concluye Mihai.