La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha expresado en un mensaje grabado que no se puede consentir ninguna “tomadura de pelo” como la de BSH a sus trabajadores.
Este viernes el Ministerio mantuvo una reunión con el comité de la planta de Esquíroz, compuesto por siete delegados de UGT, tres de LAB, dos de CCOO, dos de ELA, dos de ATISS y uno de Solidari.
Díaz expresa en su mensaje que el objetivo de reformar la ley del despido para comunicar con seis meses de antelación la intención del cierre es para que “las empresas negocien alternativas”.
Díaz anunció que “con carácter de urgencia” su Ministerio iba a solicitar a la autoridad laboral de Navarra, en este caso al Gobierno foral, “que es quien tiene las competencias”, resaltó ella, para que requiera a “BSH que negocie de buena fe”.
Negociación urgente
La ministra ha manifestado que la multinacional debe presentar “alternativas al despido” de 655 trabajadores y trabajadoras.
Ha insistido en que “la empresa debe negociar y recuperar el tiempo perdido” cuando el 16 de abril se cumplen cuatro meses de la comunicación de sus intenciones en la planta de frigoríficos y lavavajillas. El comité sigue pidiendo ser un agente activo en la toma de decisiones sobre el futuro de la factoría. Por ahora, BSH informa de las reuniones que mantiene con el Gobierno navarro y central, y de los pasos de la consultora contratada por la compañía para intentar una reindustrialización parcial o total. Pero los sindicatos carecen de la capacidad de plantear propuestas y exponer opiniones que sean tenidas en cuenta.
El consejero de Industria, Mikel Irujo, ya ha manifestado en más de una ocasión la importancia de establecer una mesa a cuatro, entre los gobiernos, compañía y comité.
Díaz se ha mostrado en contra de la clausura de una fábrica que ha calificado de “moderna y eficiente”.