Supera el esfuerzo

“Sin casa para los jóvenes: la compra y el alquiler superan el esfuerzo recomendado en todas las comunidades”. Pues ale, ahí lo tiene. Según los últimos datos del Consejo de la Juventud, el precio medio de arrendamiento representa el 92% del salario promedio. Y claro, luego tenemos la rara costumbre de comer, como el consejero de Medio Ambiente y responsable del operativo antiincendios de Castilla y León, Suárez-Quiñones. Solo que él tiene la vida resuelta, no precisamente por su competencia, y el resto estamos condenados a la no-independencia: “La tasa de emancipación acabó en 2024 en el 15,2% (El País).

La fórmula no-mágica

Los problemas del acceso de los jóvenes a la vivienda no se van a terminar con medidas de la Arcadia feliz como la que pretende EH Bildu en localidades como Azpeitia, a base de atacar la propiedad privada pretendiendo sacar forzosamente esos pisos al mercado. No. La fórmula es otra, y no tiene nada de mágica: Mejores sueldos, contratos estables y una cesta de la compra que no nos cueste como si estuviéramos enganchados a la sangre de unicornio. Porque, en el momento actual, tener trabajo ya no es sinónimo de nada: “Tres de cada cuatro jóvenes con trabajo no pueden emanciparse” (Público).

Papas con choco

Me van a permitir una broma. Si los jóvenes tenemos que dedicar, de media, más del 90% del salario a alquilar una vivienda en solitario, poco nos queda para comida. Aún y todo, trataremos de que ésta sea en condiciones, no como las pírricas “papas con choco” del restaurante Alevante, del chef seis estrellas Michelin Ángel León. Anda que no se ha liado buena en redes, y no es para menos. A mi me van a perdonar, pero esto de la cocina de vanguardia no lo entiendo. A mi deme la cocina tradicional. Ésa en la que pagas algo cada vez menos razonable pero, por lo menos, sales habiendo comido.

No es broma

Si no queremos gastarnos un riñón comiendo por ahí, siempre podemos tirar de ChatGPT, ese asistente para todo que tan felizmente seguimos entrenando sin pensar en las consecuencias. Mientras se nos atrofia el cerebro, de momento, lo que podemos hacer es perjudicar nuestra propia salud por vagos e inútiles (o perder el riñón en vez de gastarlo): “Un hombre de 60 años pide una dieta a ChatGPT y termina en el hospital con una enfermedad del siglo XIX”. Esa enfermedad era bromismo que, lejos de lo que pueda parecer, es una intoxicación por bromuro de sodio, que es lo que ChatGPT le dijo que usara en lugar de la sal común.

El mensaje de la UEFA

El fútbol es una herramienta poderosa. Llega a todo el mundo y eso hace que los mensajes que acoge tengan una audiencia estratosférica. La UEFA utilizó la final de la Supercopa para pedir a Israel, sin mencionarlo directamente, que “Dejen de matar niños, dejen de matar civiles”. Hubiera estado mejor si hubieran mencionado a Israel directamente, pero apreciamos el gesto. ¿Servirá de algo? Es posible. Pero estaría genial que ese compromiso con la dignidad se aplicara también, por ejemplo, con la Supercopa en Arabia, país que niega derechos básicos a varios colectivos y que parece no importar. Todo por la pasta.