La Comisión Europea contactará con la multinacional BSH en Alemania para intentar que flexibilice el plazo de cierre de la factoría de Esquíroz, y así pueda cuajar un proyecto empresarial que evite el despido de 655 personas.
Ese es el compromiso que han adoptado los gabinetes de los comisarios de Industria y de Empleo con la representación del comité de BSH, en la reunión que han mantenido este martes en Bruselas. Max Uebe, del gabinete de la comisaria de Empleo, Roxana Mînzatu, y Estelle Göger, integrante del departamento del comisario de Industria, Stéphane Séjourné, han recibido al comité, quien les ha entregado un documento en el que han destacado la fortaleza industrial de la planta y el valor interno de su plantilla.
El presidente de la parte social, Juanjo Hermoso de Mendoza (LAB), el secretario, Xabier Tejero (UGT) y el miembro de CCOO Iñaki Martín del Bao han comparecido en rueda de prensa, una vez concluido este encuentro, acompañados de los consejeros de Industria y Empleo del Gobierno de Navarra, Mikel Irujo y Carmen Maeztu, respectivamente; y los eurodiputados Elena Sancho (PSN), Pernando Barrena (EH Bildu), Oihane Agirregoitia (Geroa Bai) y Estrella Galán (Sumar).
Los eurodiputados han denunciado que la UE está observando casos de deslocalización como el de BSH, en los que las empresas se marchan de un lugar a otro fuera de la Unión Europea para ahorrarse costes económicos asociados a las plantillas.
No hay ningún mecanismo que obligue
Hermoso de Mendoza ha reconocido que "no existe ningún elemento legislativo" que obligue a la multinacional a flexibilizar el plazo de cierre, fijado para julio. Así que hay que esperar a las gestiones de la Comisión Europea y confiar "en la buena fe" de la empresa. "Hemos venido a pedir amparo institucional a la Comisión Europea, en concreto a los comisarios de Industria y de Empleo. Solo reclamamos tiempo para lograr una alternativa factible y fiable y hemos percibido receptividad ante las gestiones que pueden realizarse", ha manifestado Hermoso de Mendoza. "El tiempo es oro", ha repetido en varias ocasiones.
Encuentro casual
Los representantes del comité en Bruselas han coincidido de manera casual con la vicepresidenta de la CE, Teresa Ribera, a la que han transmitido la complicada situación que están atravesando en la factoría de Esquíroz. Le han pedido que dentro de sus posibilidades presione también a la factoría para flexibilizar el plazo del cierre.
El consejero de Industria, Mikel Irujo, ha recordado que ya en enero el Gobierno comunicó a la factoría que cuatro meses no era tiempo suficiente para buscar una alternativa industrial, y que han insistido en "más tiempo porque la planta de electrodomésticos carece de pérdidas económicas". Irujo ha vuelto a repetir que varias empresas de sectores como automoción, energías renovables y defensa se han interesado por esta fábrica. "Este miércoles uno de estos inversores va a visitar BSH Esquíroz", ha anunciado el consejero.
Hermoso de Mendoza ha añadido que la multinacional tiene que dar "el tiempo necesario y suficiente" para que llegue un proyecto que asegure el máximo número de empleos. "Vamos a seguir desarrollando nuestra actividad sindical en todos los ámbitos, y con las administraciones de manera conjunta. Nos estamos dejando la piel, porque está en juego el empleo de más de mil empleados y empleadas con amplia trayectoria profesional", ha manifestado.
El presidente del comité ha mencionado que la plantilla de BSH Esquíroz es referente en indicadores de productividad, de calidad, y de I+D dentro de la multinacional. "La deshumanización de BSH está siendo más que patente", ha reiterado.
"No hablamos de frigoríficos sino de personas"
Irujo ha manifestado que "ahora no se está hablando de la rentabilidad de un frigorífico o de un lavavajillas, sino de los 655 profesionales, que se presentan como el auténtico valor de la empresa". Ha vuelto a insistir en "la falta de humanidad de BSH, una multinacional que ha recibido mucho de Navarra". Por eso, Irujo ha mandado un mensaje a la compañía: "Navarra ha aportado mucho a esta empresa durante décadas. Reclamamos un mínimo de compromiso con la que ellos denominan su familia", ha manifestado.
La consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo, Carmen Maeztu, ha dicho que el Ejecutivo no comparte la decisión de cierre de la fábrica de Esquíroz y ha calificado la medida de "error". En este punto del proceso, el Gobierno va a trabajar dos líneas: "Encontrar una empresa como alternativa al cierre y para ello resulta esencial aplicar la flexibilidad; y velar para que la negociación del ERE sea correcta".
Solidaridad de los eurodiputados
Antes de las intervenciones del presidente del comité de BSH y de los consejeros del Gobierno, los eurodiputados han mostrado la solidaridad con la plantilla de BSH, han plasmado su apoyo a las actuaciones del Gobierno de Navarra, del Gobierno de España y de la UE y han demandado esa flexibilidad en los plazos.
Pernando Barrena (EH Bildu) ha intervenido en primer lugar: "Coincido con el consejero de Irujo en calificar de falta de humanidad la actuación despiadada de BSH con su plantilla". Ha recordado las obligaciones sociales que asume una empresa en su actividad económica, y ha considerado "el cierre de la fábrica una deslocalización de manual".
Estrella Galán (Sumar) ha subrayado que esta planta es rentable y que el Ministerio de Trabajo exigirá a la empresa que cumpla con sus obligaciones.
Oihane Agirregoitia (PNV) ha destacado el "terrible impacto de esta medida en el tejido empresarial de Navarra". Ha mencionado que esta forma de actuar del grupo germano también se ha repetido en otros lugares de la UE.
"No solo una empresa debe tener en cuenta su futuro económico sino también el de las personas". Ha incidido en que tras la reunión con los gabinetes de las comisiones "se ha abierto una vía para seguir trabajando en el objetivo de ganar tiempo. Esperamos recibir buenas noticias los próximos días", ha relatado.
Elena Sancho (PSN) ha definido de "errónea la decisión unilateral de BSH" y ha denunciado que "la deslocalización es un problema europeo". La eurodiputada socialista ha repetido que "la prioridad de las instituciones, en todos los niveles, es evitar el despido que perjudica a mil familias que llevan toda la vida trabajando en una misma empresa".
