Volkswagen está girando poco a poco su estrategia eléctrica. Y parece que los resultados comienzan a llegar. El fabricante alemán, que ha logrado hacer repuntar las ventas de sus coches de baterías en los últimos meses, tiene el próximo año marcado en rojo como fecha clave: lanzará sus coches compactos por valor de unos 25.000 euros y ha decidido abandonar la familia de nombres con la que hasta ahora había bautizado a su familia eléctrica.
No habrá más ID, una denominación con la que la marca alemana trató de romper con un pasado de combustión glorioso pero salpicado por el escándalo del diésel, y que no ha seducido al mercado. Según medios alemanes, Thomas Schäfer, CEO de Volkswagen anunció el fin de esta submarca durante una reciente reunión en la que estaban presentes numerosos directivos del grupo. Este anuncio habría sido recibido con un aplauso por parte de los empleados.
Esta decisión afectaría al segmento del ID2, el relevo del Polo, que se fabricará en Martorell a partir del año que viene. Pero también al coche que tiene adjudicado Landaben, un SUV eléctrico, equivalente al T Cross, que contará con un nombre propio, aún no se sabe cuál.
Si se conoce, en cambio, el nombre del otro coche eléctrico que se fabricará en Volkswagen Navarra. Será el Skoda Epiq, de 4,1 metros de longitud y unos 400 kilómetros de autonomía, que contará también con un precio de unos 25.000 euros y que será presentado seguramente a finales de este año. Contará con unos 490 litros de maletero, uno de sus puntos fuertes, y baterías NMC de 56 kWh de capacidad, que serán del tipo LFP y 38 kWh para las versiones de menor coste.
Las primeras preseries de este coche ya han circulado por la cadena de Volkswagen Navarra, lo fabricará desde mediados del próximo año. Skoda ha depositado muchas esperanzas tanto en la capacidad de fabricación eficiente y con calidad de Landaben como en el éxito de un modelo que quiere mirar cara a cara a sus competidores asiáticos, que en este momento parten con ventaja. Las marcas chinas y coreanas ofrecen hoy algunos de loso vehículos eléctricos más interesantes en relación a su calidad y precio.
Un giro defensivo para ganar ventas
Recuperar los nombres que han acompañado a varias generaciones de compradores no es la única decisión de VW, que modificará también el diseño de sus eléctricos, con el objetivo de hacerlos más reconocibles. Un nuevo lenguaje, con formas más suaves y menos agresivas que los ID conocidos hasta el momento, y que seguramente se estrene en el mercado chino, el más pujante.
La decisión de Volkswagen, en todo caso, abre la puerta a que el Polo, que ha cumplido medio siglo de vida y que se fabricó en Pamplona durante 40 años antes de ser enviado a Sudáfrica, siga vivo en versión eléctrica, al igual que va a suceder con el Golf, quizá el más emblemático de sus modelos, y con el Tiguan, otro éxito durante las dos últimas décadas.
No parece que vaya a correr la misma suerte el Volkswagen Touareg, el suv de lujo de la marca, cuya vida se agotará seguramente en 2026. La marca alemana ha lanzado ya el que será su relevo, el VW Tayron, un SUV de hasta siete plazas, algo más versátil que su predecesor, y equipado con unas motorizaciones más modestas, en línea con los requerimientos ambientales europeos.