arios de los sectores en los que opera NICDO (Navarra de Infraestructuras de Cultura, Deporte y Ocio) se encuentran entre los de mayor afección por la crisis de la covid-19, ya que comportan el agrupamiento de personas. Existen en nuestra organización programas y actividades que han podido desarrollarse con una relativa normalidad en los períodos fuera del confinamiento estricto (Rodajes, proyecciones, programas formativos y de divulgación con aforos pequeños), pero si hay algo que distingue y hace reconocible nuestro trabajo son los eventos de gran volumen, ya sean estos congresuales, culturales, deportivos, feriales o populares. En este flanco, el año nos ha dejado un balance de más de 160 eventos de dimensión nacional e internacional (Aquellos con asistentes de otras regiones o países) cancelados o pospuestos, a los que hay que sumar los de ámbito local.

La difícil situación que se nos ha presentado ha supuesto abordar transformaciones que de otra manera no habrían tenido lugar: Baluarte ha desarrollado en poco tiempo una línea de generación de contenidos audiovisuales para televisión lineal y plataforma Pay Per View propia; la transformación digital se ha acelerado enormemente con la capacidad de teletrabajar en todos los puestos no necesariamente presenciales, con la evolución de los sistemas de gestión y ticketing, o nuevos proyectos de marketing digital. También han visto la luz proyectos de divulgación científica online con la creación de una nueva plataforma de formación online en el Planetario de Pamplona. En clave de sostenibilidad y transición verde hemos tenido anuncios importantes como la Comunidad energética en torno a Navarra Arena. Estas líneas de trabajo han adelantado un futuro que en otras circunstancias habría sido desarrollado de manera mucho más pausada.

La prevalencia del audiovisual, objeto de consumo masivo por parte de la ciudadanía durante el confinamiento, ha conseguido que ya desde la fase 1 de la desescalada de mayo, la actividad de rodajes vinculada a la Navarra Film Commission haya seguido con cifras muy positivas, que dan buena cuenta de la salud de Navarra en dicho ámbito.

El Circuito de Navarra, asumido en gestión directa por NICDO en este 2020, ha tenido como es lógico un impacto importante en su actividad en esta crisis. Los eventos privados y las competiciones internacionales han sufrido más, con el añadido del último trimestre en que confinamientos de otros países limitaron la actividad prevista, mientras que Calendario Deportivo nacional, tandas y karting han podido mantener una cierta normalidad.

Por último, creo que el período de confinamiento entre mediados de marzo y mayo ha servido para fortalecer los vínculos con agentes de los diferentes sectores (Cultural, turístico, deportivo€), ya que a través de diferentes mesas de trabajo virtuales en todo ese lapso de tiempo se han articulado proyectos de kilómetro cero para el resto de 2020, en un intento de salvaguardar la máxima actividad y empleo posibles en unos ecosistemas sectoriales muy dañados. En ese sentido también podemos valorar y celebrar el fenómeno de asociacionismo y clusterización que ha vivido por ejemplo el sector cultural.

Mirando a 2021, el año se percibe con una primera parte de gran limitación en aforos y pocas posibilidades de recuperación de normalidad. La evolución tecnológica y epidemiológica podría conducir a una segunda mitad del año más próxima a la normalidad, si bien pocos albergan el optimismo de que ésta sea total. Evoluciones en antivirales, autotesteo y la posible inmunidad progresiva dada por vacunas y seroprevalencias acumuladas serán claves en que la frontera entre estos dos períodos esté más cerca del 1 de enero que del 31 de diciembre. En este sentido, será muy importante estar al cabo de los avances en tecnología médica que nos permitan articular los procesos para asegurar en la mayor medida posible la concentración de personas, aspecto clave para nuestra labor.

En la segunda parte del año, particularmente desde septiembre, los calendarios recogen gran parte de la actividad de volumen postpuesta en 2020, que se suma a la ya prevista en un año de normalidad. Si realmente las cosas proceden de acuerdo al esquema descrito anteriormente, la actividad del otoño será frenética, poniendo a prueba a todo el sistema navarro de producción de eventos.

2021 era, ya antes de la pandemia, posiblemente el mejor año de nuestra historia en materia congresual, situación que se amplifica por las recolocaciones de eventos procedentes de 2020. También 2022 y 2023 se prevén intensos en eventos congresuales de gran volumen (1.500 participantes o más), y se trabaja ya hoy en candidaturas que abarcan hasta 2024.

En el apartado deportivo, suelen ser los presupuestarios los aspectos que más condicionan la posible tracción de campeonatos y eventos a Navarra. El hecho de que no exista la posibilidad de tener público en los recintos, al menos en una previsible primera parte del año, abarata sensiblemente esa tracción de algunos a nuestro territorio, y se trabaja activamente en candidaturas de este tipo para Navarra Arena y Circuito de Navarra.

En el apartado de conciertos, las grandes giras de artistas y grupos internacionales deberán esperar a 2022, y 2021 será eminentemente nacional. El formato Arena Club (Mesas y sillas altas en pista y escenario fijo) seguirá funcionando en los primeros meses del año hasta que la situación epidemiológica permita la alteración del formato y mayores volúmenes de público. Baluarte deberá afrontar sus Temporadas de Abono (Principal, Txiki, Cámara, Abono de Sinfónica de Navarra, Abono de Sinfónica de Euskadi) con aforos limitados, y con condicionantes en escena, que obligarán a espectáculos originalmente escenificados en versión conciertos o semiescenficados.

El ámbito de ciencia y divulgación científica, capitaneado por el Planetario de Pamplona, prevé una intensificación del trabajo en materia de concienciación y estímulo de las vocaciones científicas y técnicas (STEM) tempranas, en un momento en que la pandemia deja tras de sí un interés social mucho más acentuado en estas materias.

2021 traerá consigo asimismo la campaña de nieve más compleja en lo concerniente al Centro de ski de Larra-Belagua. Más allá de la temporada invernal, confiamos en seguir manteniendo en los períodos Mayo-Octubre el buen tono de la operativa de restauración en el centro y actividades complementarias vinculadas a la observación astronómica desarrollada en torno al proyecto europeo Pirineos La Nuit.

Por último, hacer balance de esta crisis pasa necesariamente por acordarse de las personas fallecidas, afectadas y por sus familias, de igual modo que de todas aquellas personas que nos han cuidado en momentos tan complejos. Ojalá consigamos entre todos, con nuestra responsabilidad y cuidado, que este proceso dure lo menos posible y con el menor número posible de personas afectadas.