En el siglo XIX comenzó en Europa un nuevo modelo económico, el liberalismo, que trajo consigo la primera revolución industrial con la creación del ferrocarril basado en el carbón y el vapor. Posteriormente, en una segunda fase, se desarrolló el vehículo de motor, mediante la combustión de los hidrocarburos o energías fósiles. Durante el siglo XX, la tercera revolución industrial utiliza técnicas y recursos de producción cada vez más eficaces.

El resultado de todas estas revoluciones ha supuesto un gran adelanto para la humanidad, que ha incidido de forma especial en el transporte y las comunicaciones, favoreciendo las relaciones sociales y mejorando la calidad de vida en estos dos siglos. Con todo, tal transformación se ha dado mediante la utilización de recursos energéticos contaminantes poco sostenibles.

Este modelo económico y social ha logrado bienestar; pero ha dejado en el camino un preocupante deterioro del Medio Ambiente. Cuestiones que estamos obligados a superar en el siglo XXI para lograr una vida mejor para todas las personas. Actualmente, disponemos de conocimientos tecnológicos que reducen e incluso pueden acabar con la contaminación atmosférica y hacen más sostenible la actividad económica y social.

El transporte, responsable del 30% de gases de efecto invernadero

El transporte, responsable del 30% de gases de efecto invernadero

El deterioro del Medio Ambiente provocado en estos dos últimos siglos nos obliga a reflexionar sobre las medidas a adoptar para lograr un futuro más sostenible y detener esta tendencia. En este sentido, la aprobación de medidas correctoras en los Tratados Internacionales tiene el objetivo de lograr un desarrollo económico y social más sostenible.

En esta línea, el Pacto Verde Europeo pretende que Europa sea en 2050, el primer continente climáticamente neutro. Por ello, necesita reducir, para el año 2030, las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero en al menos un 55%, respecto de las emisiones que se producían en el año 1990. De cara a avanzar en este ambicioso objetivo, el transporte y la movilidad será uno de los sectores más afectados.

Cabe destacar que el transporte y la movilidad son los responsables del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, como consecuencias destacadas, también producen contaminación acústica, accidentes y congestiones de tráfico. Todo esto repercute en el Medio Ambiente y, además, directamente en nuestra salud y bienestar.

Sin lugar a dudas, esta situación no es sostenible ni a corto ni a medio plazo, teniendo en cuenta que un vehículo emite más de 110 gramos de dióxido de carbono (C02) por cada kilómetro recorrido, según apuntan diversos estudios.

Nuestro planeta tiene, como uno de sus grandes retos, la lucha contra el cambio climático. Qué duda cabe que es fundamental avanzar hacia una política global por parte de todos los países que permita un desarrollo mucho más sostenible.

Apuesta decidida por el TAP

Apuesta decidida por el TAP

Reducir las emisiones y ser más sostenibles es el principal reto al que debe hacer frente la Dirección General de Transportes y Movilidad sostenible del Gobierno de Navarra.

En ese sentido, la Presidenta de Navarra, María Chivite, ha anunciado el acuerdo para la próxima fabricación de varios modelos de vehículos eléctricos en nuestra comunidad.

Pero, no sólo queremos fabricar estos coches; también debemos avanzar para que sean transportados a través de medios sostenibles, especialmente en tren. Por ello, otra de las prioridades del Gobierno de Navarra es avanzar en la construcción del Tren de Altas Prestaciones (TAP). Merced a una la buena coordinación entre el gobierno de España y el de nuestra Comunidad, en el año 2026 tendremos en alta velocidad el tramo de Campanas y Castejón gracias a una inversión de 145 millones de euros; mientras simultáneamente se sigue avanzando en el resto de tramos del corredor navarro.

Innovando y adaptando el transporte público en autobús

Innovando y adaptando el transporte público en autobús

Es en el ámbito urbano o comarcal donde el transporte produce más contaminación, se calcula en un 70% la contaminación proveniente del transporte. Es evidente que debemos avanzar y dar pasos para ir sacando progresivamente el coche de las ciudades en favor de medios de transporte más sostenibles.

Es por ello que estamos trabajando en modernizar el transporte público de autobús y adaptarlo a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades de la población del Siglo XXI. Nuestro objetivo es acercar a la ciudadanía de todos los municipios de Navarra a sus cabeceras de comarca y a las localidades que les prestan servicios básicos.

También queremos conectar todas las cabeceras de comarca con las cabeceras de provincia, de manera que las personas usuarias se puedan desplazar de manera rápida, con muchas frecuencias y a un precio más económico que con el vehículo privado. Por tanto, nuestra pretensión es que el transporte público llegue a ser una alternativa real al vehículo privado.

“No aparques tu bici, reactívala”

“No aparques tu bici, reactívala”

Diseñar infraestructuras que permitan de manera segura realizar desplazamientos a pie o en bicicleta es otra de nuestras líneas prioritarias de actuación. En este sentido, desde la dirección general de Transportes y Movilidad Sostenible vamos a destinar 1,1 millones de euros el próximo año para la construcción de nuevas rutas ciclables en los municipios navarros.

También, vamos a dar continuidad a la convocatoria de ayudas iniciada en 2020 para el arreglo y mantenimiento de bicicletas para volver a poner en circulación en torno a 2.000 bicis que se encuentran en desuso.

Es conveniente igualmente, llevar a cabo campañas de sensibilización en pro de un transporte sostenible como la organizada “No aparques tu bici, reactívala”.

Otra alternativa, en estos momentos, es la bicicleta eléctrica dado que permite desplazamientos de más kilómetros con menor esfuerzo. Por eso el Gobierno de Navarra ha concedido desgravaciones en el IRPF del 30% del valor de su compra en los primeros 1500€.

En definitiva, luchar contra el cambio climático es una responsabilidad compartida y global, que depende de la implantación de grandes políticas y de un cambio de mentalidad de la ciudadanía, así como de pequeños gestos cotidianos, por ejemplo, en materia de movilidad.

¿Y tú? ¿Te subes a la bici?