El Gobierno de Navarra lleva desde 2016 trabajando en adaptar sus políticas al cambio de modelo energético aprobado en el acuerdo de París en 2015, ratificado por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética Europea.

El objetivo es limitar el calentamiento del planeta y, para ello, es imprescindible bajar las emisiones de carbono. Es obvio que este cambio sólo puede venir del compromiso de todos los actores de la sociedad. Los sectores productivos y no productivos debemos contribuir y avanzar en la transformación del modelo energético.

Partimos de una premisa clara: la mejor energía es la que no se consume. Igual de claro es que necesitamos energía para poder mantener nuestro estado de bienestar y que nuestro tejido productivo siga vivo.

La dependencia de combustibles fósiles que tenemos actualmente en Navarra supone un gasto equivalente al 9% de su PIB y tenemos una dependencia de los mercados internacionales incontrolables desde el ámbito local y regional, tal y como estamos viviendo actualmente con las subidas del precio de la luz. El sistema actual no es sostenible. No es sostenible económicamente como muestran los datos mencionados. No es sostenible ambientalmente, porque los datos de emisiones de gases de efecto invernadero muestran una tendencia ascendente constante y mantenida en los últimos años. Y tampoco es sostenible socialmente. Por ello, la transición energética tiene que ser necesariamente justa, inteligente, inclusiva y generar empleo y oportunidades a nivel local.

Como alternativa a esa dependencia de los combustibles fósiles, Navarra cuenta a día de hoy con la energía eólica como principal fuente de generación de energía verde, con 1.098 Mw de potencia instalados, y con una industria líder en el ámbito de las renovables, referente en infraestructuras de I+D+i, generadora de talento y empleo de calidad. De hecho, la industria de las energías renovables supone más de 7.000 empleos directos en la Comunidad Foral.

Actualmente, fruto del cambio de las políticas y normativa en materia energética de los últimos años en el espacio europeo, se ha abierto un espacio a una mayor participación ciudadana y estamos asistiendo a un incremento exponencial del autoconsumo, con 40 Mw de potencia instalados y creciendo día a día. En este caso, la tecnología más demandada es la fotovoltaica. Observamos una tendencia de que la sociedad quiere participar activamente en el cambio de modelo energético y va cobrando fuerza el término 'prosumidor': se pasa de ser consumidor pasivo a consumidor y productor. El ciudadano/a ha encontrado un espacio de participación en el modelo energético. Adopta un rol activo en la generación y consumo de energía.

En 2019, la Unión Europea ya citaba en sus directivas el concepto de comunidad ciudadana de energía. En Navarra, ese mismo año, se constituía en Esparza de Galar la primera comunidad energética a nivel estatal y el Gobierno de Navarra viene impulsando, apoyando y acompañando procesos para el desarrollo de otras experiencias. Actualmente, estamos estudiando las fórmulas jurídicas y de viabilidad económica para poder replicar estos estudios en otras iniciativas en marcha. El pasado mes de noviembre se celebró, organizado por el Gobierno de Navarra, el primer Congreso Europeo de Comunidades Energéticas para propiciar el intercambio de experiencias, modelos y conocimiento con otras regiones europeas.

A la par, estamos avanzando en los estudios de viabilidad técnica y económica para la aplicación de la figura de la comunidad energética en polígonos industriales, mediante la colaboración entre entidades locales, empresas y la Administración foral.

El compromiso con un cambio de modelo energético es claro. Más del 30 % del presupuesto de la dirección general de Industria, Energía y Proyectos Estratégicos está destinado a la transición energética. En Navarra, el autoconsumo cuenta con ayudas y subvenciones procedentes tanto de los fondos Next Generation (12 Millones), como ayudas para instalación de energías renovables de la administración foral (1 Millón), a las que se añaden las deducciones fiscales, el asesoramiento, acompañamiento y atención del departamento. En este sentido, es fundamental la información y cercanía y, para ello, hemos habilitado el correo energía@navarra.es para atender y resolver dudas.

Desde el Gobierno de Navarra impulsamos una transformación de modelo energético con seguridad jurídica y con inteligencia. Para ello, es fundamental la colaboración interinstitucional. Y nos estamos aplicando en ello. A día de hoy, tan solo Irlanda ha traspuesto la directiva europea en materia de autoconsumo. Cuestión importante, ya que la trasposición de la directiva ayudará, sin duda, al impulso de las comunidades energéticas, y no sólo las basadas en energía fotovoltaica, quizás las más presentes en nuestro imaginario, sino también las basadas en otras fuentes renovables.

Eslabón de esa misma cadena, sin duda, es la transición a la movilidad eléctrica. El sector del transporte sigue siendo uno de los importantes emisores de gases de efecto invernadero. La tecnología eléctrica para la movilidad es, a día de hoy, una realidad y la colaboración público privada está permitiendo avanzar en ella a través del desarrollo de sistemas de almacenamiento, redes de puntos de recarga€ Desde hace varios años hay ayudas de las administraciones a la movilidad sostenible que ahora han sido reforzadas con los fondos Next Generation. Actualmente, estamos gestionando la convocatoria territorializada del Plan MOVES III, ofreciendo ayudas directas a la compra de vehículos eléctricos, así como a la instalación de puntos de recarga. Y se han anunciado por parte del Ministerio ayudas para la transformación de flotas de transporte de viajeros y mercancías de empresas privadas prestadoras de servicios de transporte por carretera. No podemos olvidar las deducciones fiscales por la compra de vehículo eléctrico compatibles con las ayudas. Todo ello en el marco del proyecto para la transición a una movilidad eléctrica, autónoma y conectada NAVEAC, en el que participamos la administración junto a centros tecnológicos y de conocimiento y las empresas, haciendo seguimiento tecnológico y trabajando en la adaptación del sector de la automoción y mecatrónica a este cambio.

Además, el Gobierno de Navarra ha desarrollado un portal de transición energética en el que se pueden visualizar todos los puntos de recarga disponibles. Una iniciativa pionera que permite una mejor gestión y despliegue de los puntos de recarga y una información veraz sobre la ubicación de los mismos, ayudando a superar la barrera que supone el miedo a quedarse sin batería en un desplazamiento.

Este visor ofrece igualmente a toda la ciudadanía, y de una forma accesible, todos los datos referentes a producción y consumo de energía. Se trata de una apuesta por la transparencia y el empoderamiento de la sociedad en materia de energía poder afrontar la transición desde el conocimiento, la transparencia y la participación. Porque esta transición debe ser inclusiva y justa, permitiendo al consumidor la toma de decisiones sobre su consumo de una forma mucho más consciente.

La transición ecológica es ya una realidad en marcha en el espacio europeo. Vamos a disponer de fondos extraordinarios de los mecanismos de reactivación y resiliencia que van a impulsar su aceleración. Por eso es tan importante que estemos preparados y preparadas, con un ecosistema fuerte y ágil que dé marco a un nuevo modelo sostenible. Es lo que se ha reflejado en la recién presentada Estrategia de Especialización Inteligente Navarra S4, donde la sostenibilidad impregna las palancas públicas de desarrollo regional. De esta forma, la estrategia S4 se alinea con el Pacto Verde europeo, que tiene como objetivo transformar la economía europea hacia una sociedad climáticamente neutra, equitativa y próspera. Así lo recoge igualmente el Plan Reactivar Navarra/Nafarroa Suspertu.

Gracias a herramientas y acciones como las citadas va despejándose la ecuación y Navarra muestra su fortaleza para asumir la transición energética con garantías y de forma eficiente y eficaz.